2. Qué podemos hacer para acabar con el egoísmo?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Reflexiona y acéptalo.
Cambia tu perspectiva.
Deja de creer que eres el centro del mundo.
Debes ser empático.
Escucha activamente.
No solo recibas, también debes dar.
Haz el esfuerzo
Explicación: eSPERO HABERTE AYUDADO :D
Respuesta:
1. Reflexiona y acéptalo
Para poder cambiar es necesario ser consciente de lo que no te gusta. Esto es clave para pasar a la acción y transformarte. Por tanto, para dejar de ser egoísta el primero paso es reflexionar sobre cómo tu comportamiento daña a los demás y a ti mismo.
Y es que el egoísmo rompe relaciones, causa sufrimiento y puede llegar a provocar un intenso sentimiento de malestar. Para evitarlo, debes examinar tus acciones egoístas y cómo éstas afectan a las personas que te rodean. Ahora bien, cuando se arrepiente de ser egoísta la culpa puede adueñarse de él. Entonces es es necesario aceptar este comportamiento y reconocer esta actitud no es beneficiosa para ninguna de las dos partes.
2. Cambia tu perspectiva
Una vez que reconoces que estás siendo egoísta es necesario cambiar de perspectiva, y esto puede requerir esfuerzo y voluntad. Cambiar de perspectiva significa asumir que no siempre vas a tener la razón y que las opiniones de los demás también cuentan. Una vez comprendas esto, ya puedes comenzar a ofrecerle algo a los demás y no solamente pensar en recibir todo el tiempo.
Recuerda que cuando damos a otras personas nos sentiremos mejor, porque ayudar a los demás también es beneficioso para el que presta ayuda y no sólo para el que la recibe. Esto es lo que concluye un estudio basado en imágenes cerebrales realizado por científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
3. Deja de creer que eres el centro del mundo
La egolatría, el egocentrismo y el egoísmo son lo mismo para muchas personas, pero en realidad no es así. Por ejemplo, se puede ser egoísta sin ser ególatra. Ahora bien, estos conceptos muchas veces van de la mano. El egoísta quiere todo para sí mismo, es comportamiento y una actitud. Sin embargo, mientras la egolatría es que uno se quiere mucho a sí mismo. el egocentrismo es que la personas piensa que el centro del universo y que las opiniones de los demás están por debajo de las suyas.
Aunque no siempre aparecen juntos estos conceptos, en muchos casos las personas que piensan tanto en sí mismas no tienen en cuenta a los demás ni piensan en sus necesidades. El resultado es que son también egoístas. Dejar de lado esta forma de pensar puede ayudar a dejar de ser egoísta.
4. Debes ser empático
Por tanto, es importante ponerse en los zapatos de los demás y prestar atención a cómo se éstos se sienten. Una persona que pueda creer que la otra persona sufre, difícilmente le hará daño (a no ser que sea un psicópata).
Muchas veces actuamos de manera negativa hacia los demás porque pensamos que nos quieren hacer daño o porque somos víctimas de los prejuicios, y no nos paramos a pensar en el dolor que le podemos causar al otro. Ser empático es entender a los demás, y por tanto, sentirse abierto a sus sentimientos y emociones.
5. Escucha activamente
Para entender las emociones de los demás es indispensable que les escuches. Pero no es lo mismo escuchar que oír. Para escuchar hay que prestar atención no solo a lo que la otra persona verbaliza, sino también a lo que expresa mediante su lenguaje no verbal y su comportamiento.
Esto es lo que se conoce como escucha activa, que es una habilidad que puede ser adquirida y desarrollada con la práctica.
Si quieres perfeccionar este tipo de escucha, puedes leer nuestro artículo: “Escucha activa: la clave para comunicarse con los demás”
6. No solo recibas, también debes dar
Cuando entiendes los sentimientos de los demás y sus necesidades, entonces puedes abrir tu corazón y ofrecerles algo. Los seres humanos necesitamos rodearnos de otras personas para sentirnos felices. Por tanto, anticípate a las necesidades de los demás y demuéstrales que te importan. Seguro que te lo agradecerán.
7. Haz el esfuerzo
No siempre es fácil actuar de manera compasiva y altruista, porque el egoísmo tiene mucho que ver con cómo nos han educado y la sociedad en la que vivimos, que fomenta este tipo de prácticas.
Los seres humanos queremos el placer inmediato, y esto, muchas veces, hace que no tengamos en cuenta a los demás y las consecuencias de nuestras conductas. Por eso es necesario poner de tu parte, porque la voluntad es clave a la hora de ser compasivo y amigable. Mejor que le gente te recuerde como una buena persona que como alguien egoísta.
Explicación: