2. ¿Por qué es importante la intervención del Estado en la política monetaria?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
ya te digo espera un ratito
Un sistema monetario con respaldo en oro escapa a las intervenciones estatales.
El Estado puede otorgar curso forzoso a la moneda que prefiera. Pero entonces la
operación de la ley de Gresham frustra los designios del Estado. Por eso el patrón oro
constituye segura salvaguardia contra los intentos de quienes desde el poder pretenden interferir la mecánica del mercado mediante manipulaciones monetarias.
Conviene referirnos a los errores que en materia monetaria cometieron los
economistas estadistas, ahora que examinamos cómo ha ido evolucionando hasta otorgar
al Estado plena capacidad para manejar a su gusto la moneda. Estos economistas
estadistas consideraban gastos inútiles los costos exigidos por el mantenimiento del
patrón oro. Si se implantaba un sistema de papel moneda cabría dedicar el capital y el
trabajo exigido por la minería del oro a la producción de una serie de bienes de los que la gente en otro caso habría de privarse. Así, la implantación del patrón de cambio oro se justificó sobre la base del despilfarro que suponía el patrón oro.
Bajo el patrón oro, una parte de los saldos monetarios de la gente queda
materializada en monedas de oro. Por el contrario bajo el patrón de cambio oro, solo
sustitutos monetarios componen los saldos monetarios de la gente. Tales sustitutos
monetarios pueden canjearse a la par por oro o por monedas extranjeras. Sin embargo,
el mecanismo monetario y bancario del país se orienta de manera que hace muy difícil a
la gente retirar oro del banco emisor y constituir sus propias reservas líquidas. Pero solo
la conversión de los sustitutos monetarios a la vista y a la par puede asegurar la
estabilidad del cambio extranjero.
Al tratar los problemas que podía suscitar el patrón de cambio oro, los
economistas estatistas fueron incapaces de darse cuenta que el sistema suponía facultar
a los gobernantes manipular el dinero a su gusto. Suponían que ningún Estado se
atrevería a utilizar el patrón de cambio oro para provocar inflación deliberadamente. Sin
embargo, no debemos exagerar el rol que el patrón de cambio oro ha desempañado para
provocar grandes inflaciones. Su inexistencia en ciertos países no fue obstáculo a la
implantación de medidas inflacionarias. El patrón oro regía en Estados Unidos en 1933.
Sin embargo. Tal circunstancia no impidió la medida inflacionista típica del populismo.
Estados Unidos mediante la confiscación del oro de sus ciudadanos, abolió el patrón oro
y provocó la devaluación del dólar.
La nueva versión del patrón de cambio oro, que tuvo vigencia entre 1914-1920
se denominó patrón de cambio oro flexible o patrón flexible. Bajo tal sistema, el Banco
Central canjea libremente los sustitutos monetarios en manos de la gente por oro o por
monedas extranjeras y viceversa. El tipo aplicado en tales transacciones es flexible. Hay
una paridad flexible. Sin embargo, tal flexibilidad en la práctica ha sido orientada a la
baja. Los gobernantes han utilizado las facultades que tal sistema les otorgaba para
rebajar el valor de la moneda nacional con respecto al oro y a las monedas extranjeras
de mayor fortaleza; nunca se atrevieron a encarecer la moneda nacional. Si en alguna
ocasión determinada moneda han subido de valor en relación a otras monedas, tales
nuevos tipos tan solo venían a compensar la baja que esas otras monedas habían sufrido
con respecto al oro y a las monedas extranjeras más estables. Mediante tales
revaluaciones se pretendía atemperar los cambio de las monedas devaluadas al
verdadero valor de esas monedas en relación al oro.
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