2) Los romanos, originarios de la península itálica, lograron conquistar todo el territorio cercano al Mediterráneo. Al comenzar esas conquistas, Roma tenía un sistema político llamado república, pero con las conquistas ese sistema no pudo sostenerse, y fue reemplazado por el Imperio. Analizá el siguiente cuadro y respondé:
a) ¿En cuál de estos dos sistemas políticos creés que el poder estaba más concentrado? ¿Por qué?
b) ¿Qué es lo que determinaba que una persona perteneciera a un grupo social o a otro?
c) ¿Cuál es el grupo social que nunca tuvo ningún derecho político? ¿Cuál creés que era su importancia económica? d) En la República el poder estaba distribuido en diferentes cargos (magistraturas) o instituciones. Sin embargo, teniendo en cuenta quiénes podían votar y formar parte del gobierno, ¿considerás que era un gobierno democrático u oligárquico?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
La expansión romana en Italia se refiere a una serie de conflictos con los que Roma, en su primera etapa republicana —entre el 509 a.C y el 264 a.C.— pasó de ser una pequeña ciudad-Estado latina a gobernar toda la península itálica, sometiendo y federando a los demás pueblos itálicos y unificando todos sus territorios peninsulares bajo el nombre de Italia,1 la cual, a partir de este momento, se volvió el territorio metropolitano de la misma Roma.2
La tradición romana atribuye a los reyes romanos la primera guerra contra los sabinos y las primeras conquistas alrededor de las colinas Albanas y a lo largo de la costa del Latium. El nacimiento de la República romana, tras la deposición de los monarcas etruscos en 509 a.C., inició una serie de guerras entre los romanos y los etruscos. En 390 a.C., los celtas del norte de Italia saquearon Roma. En la segunda parte del siglo IV a.C. Roma chocó repetidamente con los samnitas, una poderosa coalición tribal de la región centro-meridional de los Apeninos.
Para el fin de estas guerras, Roma se había vuelto el Estado más poderoso en el centro de Italia, y empezó a expandirse tanto por el norte como por el sur de la península. La última amenaza a la hegemonía romana en Italia ocurrió durante las guerras pírricas, cuando la ciudad italiota de Tarento reclutó a Pirro de Epiro para luchar en el sur de Italia (en la entonces Magna Grecia).3 La resistencia en Etruria fue derrotada por fin en 264 a.C., el mismo año que la primera guerra púnica estalló llevando las fuerzas romanas fuera de la península itálica por primera vez y permitiendo que, tras el finalizar de la guerra, el Estado romano conquistara los territorios de las que se volvieron las primeras provincias romanas,4 es decir, los primeros territorios romanos situados fuera de Italia.5
En un principio, los territorios itálicos fueron incorporados en el creciente Estado romano en varias maneras: confiscaciones de tierra, establecimiento de coloniae, concesiones de ciudadanía romana completa o parcial y alianzas militares con ciudades itálicas nominalmente independientes.6 La conquista exitosa de Italia dio a Roma el acceso a una reserva de personal militar inigualable por Estados coetáneos, personal reclutado tanto en los municipios itálicos gozantes de ciudadanía romana y en las colonias romanas esparcidas por toda Italia (y cuyos habitantes, siendo ciudadanos romanos, integraban las legiones),7 como en las colonias de derecho latino8 y en todas las demás ciudades itálicas habitadas por los socii,9 es decir, por los aliados itálicos (los cuales integraban las alae sociorum y que, tras la guerra Social,10 recibieron todos la plena ciudadanía romana a través de la Lex Plautia Papiria,11 haciendo así de Italia el único territorio romano políticamente homogéneneo, hasta el año 212 d.C, cuando la Constitutio Antoniniana del emperador Caracalla otorgó la ciudadanía romana a todos los provinciales)12 preparando así el camino para la dominación romana de todo del mundo mediterráneo.