2. ¿Cómo ayudamos a los demás a vivir en la gracia?
Respuestas a la pregunta
Para vivir en gracia y aumentarla debemos orar a diario, recibir los sacramentos de la Eucaristía y Confesión, escuchar la Palabra de Dios, leer libros religiosos, evitar malas amistades y las ocasiones de pecar.
La confesión: es el sacramento en el cual, por medio de la absolución del sacerdote, recibimos el perdón de nuestros pecados, porque el seguir los ritos exteriores sin un compromiso interior, no nos comunica la vida divina. El sacerdote es el signo y el instrumento de Dios misericordioso. El Apóstol Santiago nos dice: “Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos por los otros, para que seáis curados” (Santiago 5, 16). Por medio de la confesión recibimos favores especiales: Nos devuelve o nos aumenta la gracia de Dios. Nos da fuerzas para rechazar el pecado y la tentación. Nos permite rechazar todo lo que ofende a Dios. La confesión tendrá valor según el arrepentimiento que tengamos, la sinceridad de corazón es la clave. Al confesar nuestro pecado renunciamos a él y debemos negarnos a reincidir. Debemos acostumbrarnos a rechazar el pecado. Aún cuando nos falten las fuerzas para dejar de pecar, por la gracia de la confesión recibimos la fuerza de Dios para resistir, si confesamos nuestra debilidad y renunciamos a seguir pecando. Hay pecados que exigen humillarse ante la persona a la cual se causó daño (mentiras, insulto, robo, etc.) con humildad y amor a Dios. La confesión es el medio de comprometernos ante Dios y renunciar a nuestros pecados y llevar una vida santa.
Explicación:
RESPUESTA:
Para vivir en gracia y aumentarla debemos orar a diario, recibir los sacramentos de la Eucaristía y Confesión, escuchar la Palabra de Dios, leer libros religiosos, evitar malas amistades y las ocasiones de pecar