19 ejemplos de necesidades físicas
Respuestas a la pregunta
Explicación:
Las necesidades físicas del niño en los centros de Educación Infantil
Cuando hablamos de una educación de calidad, nos estamos refiriendo a un entorno que
satisface las necesidades físicas y psicológicas del niño, que hace que su sentimiento
familiar no decrezca por las experiencias del grupo, que da la posibilidad a los pequeños
de confiar y sentir apego por el reducido número de adultos que se ocupan de su cuidado y
que ofrece las alternativas necesarias para un aprendizaje espontáneo y agradable, capaz de
fomentar el crecimiento de sus aptitudes de desarrollo. Aunque las necesidades específicas
que aparecen en un proyecto pueden ser muy diversas, los objetivos con respecto al
pequeño deben ser exhaustivos, es decir, deben comprender un especial interés a su
desarrollo global.
Es imprescindible conocer las características de estas edades para poder dar a cada niño el
trato adecuado a su ritmo, capacidades y posibilidades de maduración, con el fin de
garantizar las condiciones óptimas de su desarrollo. Así pues, la acción educativa siempre
ha de estar en trono a las características y necesidades del niño/la niña. dichas necesidades
podemos sintetizarlas en los siguientes apartados:
a) NECESIDADES FÍSICAS.- Para garantizar una maduración correcta, el niño necesita
tener satisfechas sus necesidades primarias: alimentación, sueño o descanso e higiene, así
como las condiciones externas que favorecen el crecimiento: aire libre, temperatura,
iluminación, etc.
b) NECESIDAD DE ESTABILIDAD.- Las personas, objetos, situaciones, etc., todo lo
que rodea al niño, condiciona su personalidad futura. La confianza en el entorno y la
estabilidad del niño crean en el niño puntos de referencia desde los cuales podrá empezar
a descubrir el medio, a establecer relaciones y a madurar. Los cambios en las actitudes
personales, el ambiente o en las formas de relación, rompen la armonía y con ello la
seguridad en sí mismo, tan necesaria para un positivo desarrollo infantil. En definitiva la
necesidad de esta necesidad de estabilidad conlleva la necesidad del niño de una seguridad
física y afectiva.
c) NECESIDAD DE ACTIVIDAD.- Desde el primer instante de su vida el niño se
expresa, se relaciona, se reconoce y conoce su entorno, sus limitaciones y sus posibilidades.
Es fundamentalmente a través de la acción y el movimiento como el niño construye su
personalidad. La forma de actividad esencial de un niño sano es el juego. Jugando el niño
toma consciencia de lo real, se implica en la acción, elabora su razonamiento, su juicio.
d) NECESIDAD DE COMUNICACIÓN.- La comunicación en las primeras edades se
establece por medio de gestos, actitudes, timbre de voz o melodía de la frase, más que por
el significado de las palabras, y en ella puede diferenciarse dos niveles nivel afectivo y
nivel gestual o verbal. El niño expresa lo que siente, lo que piensa, lo que desea y esta
expresión solo podrá ser recogida en un contexto de relación estable, en el que el
interlocutor adulto sepa interpretar y acoger el mensaje infantil, en la que sus intervenciones
sean precisas, adecuadas e atendiendo en el momento oportuno a las necesidades del niño.
En este documento hacemos referencia a un apartado muy importante dentro de los
objetivos del centro con respecto a este desarrollo global del niño como son las necesidades
físicas del niño. El centro debe fomentar los hábitos de higiene, y bienestar físico. Estos
hábitos serán fundamentales para permitir una evolución personal sana y equilibrada.
ALIMENTACIÓN
La buena salud depende de muchos factores: alimentación, clima, higiene, medio ambiente.
De todos ellos, la alimentación desempeña una función decisiva para el bienestar general
del cuerpo.
Si desde el centro de educación infantil pretendemos educar para la vida, no olvidamos en
ningún momento que la vida empieza en el propio cuerpo del niño y en su desarrollo, y que
también hay que educarlo para que se alimente de la forma más equilibrada posible, para
que puedan desarrollarse mejor todas sus actividades cotidianas.
Una educación para la salud debe pretender que los niños desarrollen hábitos y costumbres
sanos, que los valoren como una de los aspectos básicos de la calidad de vida y que
rechacen las pautas de comportamiento que no conducen a la adquisición de un bienestar
físico y mental.
Se sabe, que es en la infancia donde se van modelando las conductas que dañan la salud;
de ahí que desde la etapa de educación infantil resulte adecuado y necesario tratar de
potenciar los estilos de vida saludables.
Respuesta:
Explicación:
Ir al baño, alimentarse, dormir, hidratarse y el resto de cosas ya son en segundo y tercer lugar