15) Analiza el concilio de Jerusalén, completando el siguiente
cuadro. Hechos 15,1-22
Postura de Santiago Postura de Pablo Resolución del
concilio postura de santiago postura de pablo resolucion del concilio
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Transcribo parte pertinente BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 1 de octubre de 2008
El concilio de Jerusalén
y la controversia de Antioquía
Todo concilio y sínodo de la Iglesia es "acontecimiento del Espíritu" y reúne en su realización las solicitudes de todo el pueblo de Dios.
El primer Concilio de la Iglesia, que tuvo lugar en Jerusalén, introduce así la carta que los Apóstoles enviaron en esta circunstancia a las comunidades cristianas de la diáspora: "Hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros..." (Hch 15, 28). El Espíritu, que obra en toda la Iglesia, conduce de la mano a los Apóstoles a la hora de tomar nuevos caminos para realizar sus proyectos: Él es el artífice principal de la edificación de la Iglesia
Y sin embargo, la asamblea de Jerusalén tuvo lugar en un momento de no poca tensión dentro de la comunidad de los orígenes. Se trataba de responder a la pregunta de si era indispensable exigir a los paganos que se estaban convirtiendo a Jesucristo, el Señor, la circuncisión, o si era lícito dejarlos libres de la Ley mosaica, es decir, de la observancia de las normas necesarias para ser hombres justos, obedientes a la Ley, y sobre todo, libres de las normas relativas a las purificaciones rituales, los alimentos puros e impuros y el sábado.
Pablo había comprendido que en el momento del paso al evangelio de Jesucristo, a los paganos ya no les eran necesarias la circuncisión, las leyes sobre el alimento y sobre el sábado, como muestra de justicia: Cristo es nuestra justicia y "justo" es todo lo que es conforme a él. No son necesarios otros signos para ser justos.
Para san Lucas el concilio de Jerusalén expresa la acción del Espíritu Santo, para san Pablo representa el reconocimiento decisivo de la libertad compartida entre todos aquellos que participaron en él: libertad de las obligaciones provenientes de la circuncisión y de la Ley; la libertad por la que "Cristo nos ha liberado, para que seamos libres" y no nos dejemos imponer ya el yugo de la esclavitud (cf. Ga 5, 1). Las dos modalidades con que san Pablo y san Lucas describen la asamblea de Jerusalén se unen por la acción liberadora del Espíritu, porque "donde está el Espíritu del Señor hay libertad", como dice en la segunda carta a los Corintios (cf. 2 Co 3, 17).
Explicación:
Transcribí la parte pertinente de la catequesis de Benedicto XI sobre el concilio de Jerusalén y la controversia sobre las exigencias rituales mosaicas a los paganos.
Entiendo no debe existir una catequesis mejor. Espero te sea util.