Castellano, pregunta formulada por huayanayfabio, hace 1 año

10poemas con rima conpuesta

Respuestas a la pregunta

Contestado por estebamaguilar41
0

Cumpliendo retos

Me sentiré contento y orgulloso,

si logro componer sin ser goloso

once versos corrientes y sencillos,

que sin ser muy complejos lleven brillos

y no pequen del uso de estribillos,

por feos y molestos como grillos.

Presuntuoso no quiero yo lucir;

de vez en vez es bueno presumir

y como yo no soy menesteroso,

me cuido de los cercos y los trillos

porque es muy triste el riesgo de morir.

Solo quiero decir,

que compuestos los once versos, creo

que luché y triunfé como el Rey Teseo.

Reproche

Volverá la musaraña

Otra vez a darme caña

tratándome de fantoche.

Me cantará ese reproche

que repite cada noche

que en el amor no derroche

ni que me crea tan listo

porque el final ya lo he visto.

Que un desamor siempre daña

aunque madrugue y trasnoche

y tenga todo previsto.

A latidos –

En amor magenta, vestiré latidos

besaré tu boca, lanzaré cupidos

con la piel abierta, rozaré tu verso

nacerá mi luna, creará universo

corazón y fuego, carmesí disperso

bañará tus ansias, mi elixir perverso

Surcaré tu pecho,llegaré hasta dentro

un suspiro rojo, tocará en su centro

Meceré tus sueños yacerán vencidos

el poema escrito;sobre lienzo terso

sinalefas, rimas; tatuarán encuentro.

Expiración vital

En una vida al regate y escondiéndose;

soslayando los juicios, guareciéndose.

Sin enfrentar responsabilidades

ni aguantar el timón en tempestades.

Desbordado el miedo en debilidades;

anulando futuro y voluntades.

Mil sueños se quedaron aparcados,

esclavos de cerrojos atorados.

Rota se quedó ya la vida y hundiéndose

cobarde entre aciagas oscuridades,

sufres de imposibles encadenados.

Por tiempos agotados

sabes que vivir así es inservible,

si existe muerte en vida irreversible.

Nostalgia ermitaña

¡Qué esperas, corazón, si nadie espera!

Tú sabes que el recuerdo desespera.

¿Que devuelva el pasado los amores?

Si el pecho está vacío de deudores;

y los latidos, corazón, en flores

marchitadas, se quejan de dolores.

No esperes, corazón, del ido tiempo

vacilante el latido de mi tempo.

¡Qué profundo el dolor! Y nos vulnera

como pronta saeta de estertores.

¡No esperes, corazón, en mi destiempo!

No esperes, que esperando es el lamento,

el eco confinado de un tormento.

Duérmete, corazón, en el arrullo.

Duerme la noche mientras yo le aúllo

al astro solitario que yo intuyo

versó en tu soledad, fatal murmullo.

Y late en los otoños las delicias

como la hoja que tiembla las caricias.

Y si dormir no puedes, de momento,

versa las primaveras y el barullo

que en los ojos extraños tú codicias.

Quiérete –

Despertar por fin de este largo sueño,

y sentir que de tu vida eres dueño.

Que ya no queda nada de quien eras,

de figura triste y tristes maneras,

la que siempre andaba entre mil quimeras,

que guardó con llave las primaveras.

Ahora respiras nuevas mañanas

despejas la mente y abres las ventanas.

Nunca mires hacia tras, pon empeño,

mírate bien, sin miradas someras

te dará luz y crecerán las ganas.

Transparencia

Su mirada es más fría que el acero,

con el brillo de luna o del lucero,

que ilumina la noche plateada,

me sumerge en el fondo de la helada

catarata, de su ojo figurada,

y en el previo al albor de madrugada,

del iris brota el húmedo diamante,

transparente tal gema titilante.

Y surge un sentimiento verdadero,

el del alma, trasluz de enamorada,

de sus lágrimas, velos del semblante.

El viento

El viento juguetea con mi pelo

llevándose mis rizos en su vuelo.

Me enredo entre sus alas misteriosas,

invisibles, sutiles y furiosas

que me rozan la piel, cual mariposas,

mientras rompen mi calma, silenciosas.

Si me dejo arrastrar en su espesura

surcará mi alma, inquieta, su locura.

Solo siendo testigo del revuelo

que provoca en la esencia de las cosas

entiendo de su fuerza y su ternura.

Madre mía

En mi reprimida y prolongada espera,

madre mía, tú sabes a primavera.

Me sumerges en tus cálidas caricias

que en mis crudas noches de lunas ficticias

con tus lustrados consejos me reinicias

y jamás a mi buen corazón enjuicias.

Más te vuelves una silenciosa brisa

que penetra mi dolor y lo requisa.

Y mi alma… de temporales se libera

volviendo a mí, aquellas calmas vitalicias

que un día huyeron con vil prisa.

Te busco

Y te busco… te busco en el latir

de los soles violeta y su partir.

Y te busco, en el haz de la alborada.

El silencio enmudece en la almohada

el cuchillo apuñala su punzada

y te lloro… en tu ausencia devanada.

Y te busco, en los bordes de la vida,

y en tus gotas de amor, mi bienquerida.

Y te busco, y te quiero ya sentir

y besarte tus versos… ¡dulce amada!

Revivir la caricia consentida.

Otras preguntas