Castellano, pregunta formulada por alextoscano1010, hace 1 mes

100 versos del poema canto a bolivar de José Joaquin De Olmedo

Respuestas a la pregunta

Contestado por nelsonybelsy2016
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Respuesta:

El trueno horrendo que en fragor revienta  

y sordo retumbando se dilata  

por la inflamada esfera,  

al Dios anuncia que en el cielo impera.  

   Y el rayo que en Junín rompe y ahuyenta  5

la hispana muchedumbre  

que, más feroz que nunca, amenazaba,  

a sangre y fuego, eterna servidumbre,  

y el canto de victoria  

que en ecos mil discurre, ensordeciendo  10

el hondo valle y enriscada cumbre,  

proclaman a Bolívar en la tierra  

árbitro de la paz y de la guerra.  

  Las soberbias pirámides que al cielo  

el arte humano osado levantaba  15

para hablar a los siglos y naciones  

-templos do esclavas manos  

deificaban en pompa a sus tiranos-,  

ludibrio son del tiempo, que con su ala  

débil, las toca y las derriba al suelo,  20

después que en fácil juego el fugaz viento  

borró sus mentirosas inscripciones;  

y bajo los escombros, confundido  

entre la sombra del eterno olvido  

-¡oh de ambición y de miseria ejemplo!-  25

el sacerdote yace, el dios y el templo.  

Mas los sublimes montes, cuya frente  

a la región etérea se levanta,  

que ven las tempestades a su planta  

brillar, rugir, romperse, disiparse,  30

los Andes, las enormes, estupendas  

moles sentadas sobre bases de oro,  

la tierra con su peso equilibrando,1  

jamás se moverán. Ellos, burlando  

de ajena envidia y del protervo tiempo  35

la furia y el poder, serán eternos  

de libertad y de victoria heraldos,  

que con eco profundo,  

a la postrema edad dirán del mundo:  

  «Nosotros vimos de Junín el campo,  40

vimos que al desplegarse  

del Perú y de Colombia las banderas,  

se turban las legiones altaneras,  

huye el fiero español despavorido,  

o pide paz rendido.  45

Venció Bolívar, el Perú fue libre,  

y en triunfal pompa Libertad sagrada  

en el templo del Sol fue colocada.»  

  ¿Quién me dará templar el voraz fuego  

en que ardo todo yo? Trémula, incierta,  50

torpe la mano va sobre la lira  

dando discorde son. ¿Quién me liberta  

del dios que me fatiga...?  

  Siento unas veces la rebelde Musa,  

cual bacante en furor, vagar incierta  55

por medio de las plazas bulliciosas,  

o sola por las selvas silenciosas,  

o las risueñas playas  

que manso lame el caudaloso Guayas;2  

otras el vuelo arrebatada tiende  60

sobre los montes, y de allí desciende  

al campo de Junín, y ardiendo en ira,  

los numerosos escuadrones mira,  

que el odiado pendón de España arbolan,  

y en cristado morrión y peto armada,  65

cual amazona fiera,  

se mezcla entre las filas la primera  

de todos los guerreros,  

y a combatir con ellos se adelanta,  

triunfa con ellos y sus triunfos canta.  70

  Tal en los siglos de virtud y gloria,  

donde el guerrero sólo y el poeta  

eran dignos de honor y de memoria,  

la musa audaz de Píndaro divino,  

cual intrépido atleta,  75

en inmortal porfía  

al griego estadio concurrir solía;  

y en estro hirviendo y en amor de fama  

y del metro y del número impaciente,  

pulsa su lira de oro sonorosa  80

y alto asiento concede entre los dioses  

al que fuera en la lid más valeroso,  

o al más afortunado;  

pero luego, envidiosa  

de la inmortalidad que les ha dado,  85

ciega se lanza al circo polvoroso,  

las alas rapidísimas agita  

y al carro vencedor se precipita,  

y desatando armónicos raudales  

pide, disputa, gana,  90

o arrebata la palma a sus rivales.3  

  ¿Quién es aquel que el paso lento mueve  

sobre el collado que a Junín domina?  

¿que el campo desde allí mide, y el sitio  

del combatir y del vencer desina?  95

¿que la hueste contraría observa, cuenta,  

y en su mente la rompe y desordena,  

y a los más bravos a morir condena,  

cual águila caudal que se complace  

del alto cielo en divisar la presa  100

que entre el rebaño mal segura pace?  

¿Quién el que ya desciende  

pronto y apercibido a la pelea?  

Preñada en tempestades le rodea  

nube tremenda; el brillo de su espada  105

es el vivo reflejo de la gloria;  

su voz un trueno, su mirada un rayo.  

¿Quién aquél que al trabarse la batalla,  

ufano como nuncio de victoria,  

un corcel impetuoso fatigando,  110

discurre sin cesar por toda parte...?  

¿Quién sino el hijo de Colombia y Marte?

Explicación:


alextoscano1010: no es :c
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