10 verbos que representan las acciones de las que realiza un profesor
Respuestas a la pregunta
1. ENAMORA:
Consigue que tus alumnos se sientan completamente fascinados por tu materia, por la forma en la que vives aquello que cuentas o haces con ellos. Consigue con tu forma de estar en el aula que se queden mirando fascinados como si fuera lo más increíble que ese día han aprendido. Si les enamoras conseguirás que cuando estén saliendo del aula sientan que lo que más les apetece es volver a estar metidos en la misma.
2. APRENDE:
Tu trabajo en el aula no es simplemente hacer que tus alumnos aprendan los conocimientos, habilidades, actitudes o valores que estás desarrollando con ellos sino que tu labor también es dejar que ellos sean tus maestros. Puedes aprender cosas que no sabías de tu propia materia, puedes aprender de la forma en la que viven las experiencias, puedes aprender de sus aficiones, de sus ideales, de todo aquello que les mueve en la vida.
3. APASIONA:
La pasión no es un simple término del que presumir de palabra. No se trata de que les cuentes “chicos y chicas esto es lo que me apasiona”. La “pasión” es una palabra que se vive, que se transmite en cada respiración, en cada aproximación a ese tema que te da tanta vida. Si vives aquello que estás haciendo con verdadera pasión, serán ellos los que fácilmente se sientan contagiados.
4. ESCUCHA:
Hace un tiempo aprendí que la mejor y casi única forma de aprender está escuchando. Mientras tú les hablas no aprendes porque simplemente le das forma a todos aquellos conocimientos y pensamientos que ya están en tu cabeza. Es justo en el momento en el que te quedas callado y escuchas al otro cuando de repente empiezas a aprender sin parar. Con los alumnos es una práctica excelente porque siempre tienen algo interesante que transmitirte.
5. JUEGA:
No importa tu edad, tampoco importa la edad de tus alumnos. No importa cuán lejos quedó vuestra infancia porque la capacidad y el interés por jugar no van de la mano de nuestra edad real. El juego, la diversión, el disfrute, los buenos momentos hacen que aquello que están aprendiendo se quede perfectamente grabado en sus mentes. Tienes que provocar el juego y meterte en el mismo como si fueras un “niño” más.
6. OBSERVA:
Hay una bonita frase que dice que tenemos dos ojos y dos orejas, pero solo una boca y que nuestro cuerpo toma esta forma para que escuchemos y observemos el doble de lo que hablamos. Muchas veces como docentes cambiamos estas proporciones hablándoles y hablándoles a los alumnos sin darnos cuenta que así perdemos el gran privilegio de mirarles, de observarles y aprender de cada cosa que hacen.
7. VIAJA:
Nunca dejes de viajar. Que ni el dinero, ni el tiempo, ni los problemas o las cargas familiares te impidan hacer una simple mochila y viajar. Lejos, cerca, en verano o primavera, donde sea. El simple hecho de viajar te hará ver las cosas con mayor perspectiva, desde la distancia. El hecho de viajar te permite recoger experiencias que te enriquecerán como ser humano y también como profesional. Volverás con la mochila cargada, sin duda.
8. VIVE:
Vive y no me refiero a que simplemente sobrevivas. Vive pensando que es el último día que vas a vivir en tu vida, como si no fuera a existir un mañana. Entra en el aula y disfruta de cada situación que se dé en la misma como si fuera la primera y última vez que fueras a tener el privilegio de estar allí. Nadie sabemos cuándo nos iremos y aun así sentimos que el tiempo es infinito. No lo es, con que aprovecha cada segundo en el que estés vivo.
9. LUCHA:
Algo que debes transmitir en todo momento a cualquier alumno con el que te encuentres a lo largo de tu vida, es que la capacidad de luchar es lo último que se pierde. Yo en todo momento les intento mostrar con mi ejemplo que la toalla no se tira al suelo ni al salir de la ducha. Cueste lo que cueste, siempre hay que hacer un intento más por conseguir aquello que nos ilusiona, aquello que queremos o por lo que soñamos. Y al final, aprenden a copiarte.
10. SIENTE:
Siente, lo que sea. La alegría de un acontecimiento, la tranquilidad en un instante en que las cosas están funcionando como esperabas, la duda ante una información que no llegas a controlar, la tristeza ante una situación determinada, la sorpresa ante mil cosas que suceden ante ti. Sea como sea, recuérdales cada día a tus alumnos que no eres un robot sino que eres alguien tan humano que nunca deja de sentir.
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