10 valores para una combivencia sana
Respuestas a la pregunta
1. La empatía. El niño tiene que aprender a ponerse en el lugar del otro, entender como piensan y las emociones que sienten. Es un valor necesario para la convivencia. 2. La humildad. Debe de saber que es igual que al resto de niños, no es ni mejor ni peor en ningún sentido. Vivir con una actitud humilde le permitirá conocerse mejor, valorar sus fortalezas e intentar paliar sus debilidades. 3. La autoestima. Debe de saber valorarse a sí mismo. Para potenciar su autoestima, sin pasarn ...
2. La humildad. Debe de saber que es igual que al resto de niños, no es ni mejor ni peor en ningún sentido. Vivir con una actitud humilde le permitirá conocerse mejor, valorar sus fortalezas e intentar paliar sus debilidades.
1. Una profunda solidaridad con toda forma de vida
Una profunda conciencia de que toda vida es sagrada es la base de todos los demás valores humanos.
2. No-violencia.
La no-violencia verdadera surge espontáneamente de quien tiene una profunda conciencia del carácter sagrado de toda vida, incluso de la de sus adversarios.
3. Compasión
La compasión surge naturalmente en donde, a determinado nivel, uno siente el sufrimiento de los demás como propio.
4. Amabilidad y cooperación
Las relaciones humanas deberían caracterizarse por la amabilidad y la cooperación, no por la competencia y los celos.
5. Generosidad y compartir
La generosidad y el compartir son reacciones naturales hacia quienes queremos, empezando por los miembros de nuestra propia familia.
6. Una sensación de pertenencia y unidad con toda la vida
Dentro de nuestras familias, experimentamos naturalmente una sensación de comodidad, seguridad y tranquilidad – una sensación de pertenencia.
7. Una actitud ecológica y preocupada por el planeta
Una actitud ecológica surge espontáneamente al comprender que la tierra es nuestra madre, y la madre de toda vida en el planeta.
8. Servir a la sociedad
Ayudar a quienes lo necesitan es una tendencia natural de los seres humanos, lo que da una gran satisfacción personal a quienes se embarcan en actividades altruistas. Esta tendencia altruista innata aumenta con la conciencia de que todos formamos verdaderamente parte de una sola familia mundial y estamos aquí para contribuir con algo de valor a la sociedad, no para obtener algo para nosotros, ya que no nos llevaremos nada cuando dejemos este planeta.
9. Una sensación de compromiso y de responsabilidad
Sentimos naturalmente una sensación de compromiso y de responsabilidad por aquello que percibimos como nuestro: nuestro cuerpo, nuestros hijos, nuestra familia, nuestras posesiones. Cuando reconocemos nuestra unidad con todo lo que significa vida, y consecuentemente tenemos una sensación ampliamente expandida de lo que nos pertenece, ampliamos también nuestra sensación de compromiso y de responsabilidad para abarcar a toda la sociedad, a toda la vida.
10. Entusiasmo
El entusiasmo es la vida misma. El entusiasmo sin límites, natural en todos los niños, no debería perderse cuando maduramos y envejecemos