10 ideas principales de “Los pobres como lugar teológico”
Respuestas a la pregunta
Los pobres como lugar teológico
JOSE IGNACIO GONZALEZ FAUS
Sant Cugat del Vallés (Barcelona).
Introducción
Hablar de "lugares teológicos" comporta un peligro confirmado por la
experiencia. Duranle mucho tiempo, el concebir a la Escritura y a la tradición
como lugares teológicos pudo equivaler a mitificarlas, a abstraerlas de la historia humana, a leerlas como palabras mecánicas de oráculo, a substraerlas a lodo análisis racional o cientifico que encuenlra en ellas las mismas leyes de creación de toda palabra humana en la historia. De modo que la Biblia sólo podía
ser llamada "palabra de Dios" al precio de negar en la práctica su dimensión
de palabra humana; y la tradición sólo podia estar "asistida por el Espíritu
Santo" a costa de no ser obra del espiritu humano. No debió ser así, pero de
hecho lo fue. Y no es preciso evocar, porque son conocidas, las resistencias ante cualquier aplicación a los "lugares leológicos" de los métodos epistemológicos humanos, tanto de orden histórico cientínco, como de carácter hermenéulico.l Tampoco queremos decir que tales resistencias no tengan argumentos válidos en sí mismos y de los que echar mano: ¡claro que hay un uso de la ciencia
que convierte a la palabra de Dios en objelo y al exegeta en juez en lugar de
creyente! Pero, por cierto que sea ese riesgo. no es legítimo querer escapar de
él refugiándose en una idolatría o sacralización de·las mediaciones.
¿Por qué negar que todo esle peligro puede volver a repetirse si hablamos
de los pobres como "lugar teológico"? De hecho, casi todas las acusaciones
modernas contra la teología de la liberación han esgrimido esle mismo argumento: arguyen que se mitifica al pobre, que se evacúa la pecaminosidad o al
menos la ambigüedad del pobre, que se absolutiza al pobre optando por él de
manera excluyente... Cuando hace pocos ailos, en su Teologío negra, un
hombre del vigor teológico de James Cone, habló expresamente de la negritud
como lugar teológico, seria dificil negar que anduvo rozando este mismo escollo.2 Y esta mitificación del oprimido se dio igualmente cuando, en un conDigitalizado por: Biblioteca "P. Florentino Idoate, S.J."