10 ideas principales (completas) sobre la guerra napoleonica
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Creo que son mas las consecuencias de la guerra :)
Explicación:
La proclamación por la Revolución francesa de los principios de libertad, igualdad ante la ley y fraternidad, y la voluntad de querer extenderlos al resto de Europa. Esto generó inquietud en los monarcas del continente, que temieron que esos principios socavaron las bases de su legitimidad para gobernar.
La negativa del rey Luis XVI a aceptar la monarquía constitucional y las conspiraciones que protagonizó para lograr el apoyo de las monarquías europeas para que invadieran Francia y restauraran el absolutismo. El descubrimiento de esas conspiraciones llevó al juicio y ejecución del rey francés y provocaron la reacción de varios monarcas europeos, que temieron que la revolución se extendiera hacia sus territorios.
Los conflictos entre girondinos y jacobinos que derivaron en la instauración por parte de Robespierre de una cruenta represión contra los contrarrevolucionarios, conocida como el Terror. Para escapar de esta represión, muchos monárquicos se refugiaron en diversas cortes europeas, donde instigaron a los reyes y sus entornos a invadir Francia para terminar con la revolución.
El golpe de Estado llevado a cabo por Napoleón el 9 de noviembre de 1799, tras el cual accedió a una posición de poder que se fue consolidando hasta concluir en su proclamación como emperador de los franceses en 1804.
La ambición de poder y las ideas expansionistas de Bonaparte, que deseaba transformar a Francia en la primera potencia europea.
La voluntad del gobierno de Gran Bretaña de mantener el equilibrio de poderes en el continente europeo, para evitar la formación de un poder imperial que pudiera amenazar su subsistencia.
La ruptura del Tratado de Amiens, un acuerdo celebrado por Francia y Gran Bretaña en 1802, que había establecido un precario estado de paz entre ambas naciones.
La conquista de gran cantidad de territorios por parte de Francia en una primera fase de estas guerras (1799-1811), para concluir luego en la derrota y disolución del Imperio napoleónico (1812-1815). Esa disolución incluyó también la pérdida de todas las colonias de ultramar: Luisiana, vendida a los Estados Unidos en 1803; Haití, que se independizó en 1804; y las islas Seychelles, Mauricio, Santa Lucía y Tobago, entregadas a Gran Bretaña al final de la guerra.
La firma del segundo Tratado de París, en noviembre de 1815. Estableció que Francia volvía a las fronteras anteriores a 1790 y que debía pagar indemnizaciones para sostener las tropas de las potencias coaligadas, que ocuparían parte del territorio francés durante tres años.
El fin del feudalismo, que se inició con la Revolución Francesa en el plano legal y la Revolución industrial en el plano económico y social. Las guerras napoleónicas propiciaron el fin de la servidumbre en Europa Central, el avance de la burguesía y la extensión del capitalismo como nuevo sistema económico mundial.
La independencia de varias de las colonias que España tenía en América, propiciada indirectamente por la ocupación francesa de la península ibérica en 1808. Los criollos americanos aprovecharon el vacío de poder generado en España para iniciar el camino a su emancipación.
La transformación de Gran Bretaña en primera potencia naval, al destruir a la flota francesa en la batalla de Trafalgar y repeler así el intento de invasión por parte de Napoleón. Los británicos utilizaron su flota para buscar nuevos mercados donde vender sus productos industriales cuando Napoleón proclamó el bloqueo continental (1806). Como consecuencia se produjeron las Invasiones Inglesas al Río de la Plata (1806-07) y la ocupación de la colonia holandesa de El Cabo, en la actual Sudáfrica.
La muerte de unos 3 millones de combatientes, 1.200.000 franceses y 1.800.000 británicos, rusos, austríacos, prusianos, portugueses, italianos y españoles, entre otros.
La extensión de sentimientos nacionalistas en gran parte de Europa, promovido por la lucha contra los ejércitos de ocupación napoleónicos. Esto tuvo lugar sobre todo en Portugal, España, Italia, Austria y lo que hoy es Alemania. Ese sentimiento nacionalista fue el germen de varias de las revoluciones europeas que se produjeron en 1820, 1830 y 1848.
El restablecimiento de la monarquía absoluta en Europa, decidido en el Congreso de Viena (1814-15). En ese congreso, que reunió a representantes de los vencedores de Napoleón, se decidió también la formación de la Santa Alianza. Su objetivo fue impedir el surgimiento y propagación de movimientos revolucionarios o liberales en Europa y sus colonias.