10 ideas claves de la obra "La evolución de mono a hombre" ayuden porfi
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
no esta completo porque no me se mas lo siento
espero te sirva asi
Explicación:
1. No descendemos de los monos
Los humanos modernos, la especie Homo sapiens sapiens, no evolucionó de los monos, sino que comparte un ancestro común con ellos.
2. Más de la mitad de tu cuerpo no es humano
Se estima que cerca de la mitad del cuerpo humano está compuesto por células humanas, pero el resto es una mezcla de bacterias, virus y hongos que componen lo que se conoce como el microbioma.
Ese microbioma, que es tan peculiar de cada persona como su huella digital, influye en una gran variedad de funciones que van desde la digestión al sistema inmunológico.
3. Estamos llenos de vestigios evolutivos
La evolución es un proceso que puede ser muy lento y algunos de sus vestigios pueden permanecer mucho tiempo después de que dejan de cumplir una función.
El "abominable misterio" que desconcertó a Charles Darwin durante sus últimos años de vida
Un ejemplo es el apéndice, que habría cumplido en nuestros antepasados una función relacionada con la digestión de la celulosa de las plantas.
4. Nuestra especie surgió hace unos 300.000 años
La historia de nuestros orígenes está cambiando constantemente a medida que se descubren nuevos fósiles.
"Nuestra especie, Homo sapiens, surgió en África hace algo más de 200.000 años. Algunos investigadores piensan que ciertos fósiles de un yacimiento de Marruecos (Jebel Irhoud) ya pertenecían a nuestra especie. Esos fósiles tienen 315.000 años de antigüedad", explicó Bermúdez de Castro.
5. No hemos dejado de evolucionarAún seguimos adaptándonos al mundo que nos rodea. Un ejemplo es la rápida extensión en las últimas 100 generaciones en Reino Unido del gen de tolerancia al azúcar en la leche, la lactosa.
Se estima que hace unos 11.000 años los humanos adultos no podían digerir la lactosa.
A medida que los seres humanos en ciertas regiones comenzaron a depender de la producción lechera para alimentarse, sus cuerpos se adaptaron a digerir ese alimento que antes era tolerado solamente por niños.
En regiones de larga tradición de producción de lácteos, como Europa, la población es mucho más tolerante a la lactosa que en Asia.
"Por supuesto no hemos dejado de evolucionar y nunca lo haremos mientras sigamos siendo una especie de la Tierra", señaló Bermúdez de Castro.
"La propia cultura está influyendo de manera decisiva en nuestra evolución. Y cada vez será más importante esa influencia, en el momento en el que la tecnología permita manipular sin riesgos el genoma humano".
"Los experimentos de los que tenemos noticia puede que no sean muy éticos y que asuman riesgos. Pero con el paso de los años se podrán realizar esas manipulaciones. Si llegamos a ese punto, el cambio evolutivo sería extremadamente rápido".