10 gobiernos monárquicos del mundo moderno
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Dinamarca, monarquía parlamentaria
La última modificación de la Constitución danesa, que se remontaba a 1849, tuvo lugar en 1953. No cambió el estatus del país como monarquía parlamentaria, pero suprimió el Senado. Desde 1972 la reina Margarita II de Dinamarca es jefa de Estado y constituye el verdadero símbolo de la nación, aunque no tenga poder ejecutivo real. La danesa es la familia real más antigua del Viejo Continente, ya que reina de forma ininterrumpida desde hace más de 1.000 años. Las últimas encuestas, de 2013, aseguraban que el 77% de los daneses se declara monárquico.
Bélgica, monarquía parlamentaria
Su Majestad Felipe, rey de los belgas, está casado desde 1999 con Matilde d’Udeken d’Acoz. Son padres de cuatro hijos: entre ellos, la princesa heredera Elisabeth, nacida en octubre de 2001. Felipe se convirtió en jefe del Estado en julio de 2013, día de la fiesta nacional de Bélgica, por abdicación de su padre el rey Alberto II, salpicado por varios escándalos, el más reciente la demanda judicial de Delphine Boël, su presunta hija ilegítima de 46 años, para que reconozca su paternidad. A pesar de ello, la figura del monarca sigue siendo clave a la hora de mantener el delicado equilibrio entre valones y flamencos.
Luxemburgo, monarquía parlamentaria
El gran duque Enrique es el jefe de Estado de uno de los países con las rentas per cápita más alta del mundo desde la abdicación de su padre, el gran duque Juan, en octubre del año 2000. El gran duque nombra al primer ministro y, aunque constitucionalmente esté investido del poder ejecutivo, realiza sólo funciones ceremoniales.
Mónaco, monarquía constitucional
El Principado de Mónaco es una monarquía constitucional y, desde 1962, ya no por derecho divino. El Consejo Nacional, integrado por 24 miembros elegidos por sufragio universal, ejerce el poder legislativo bajo la supervisión real. El poder ejecutivo, bajo la autoridad del príncipe, es ejercido por un Consejo de Gobierno. El poder judicial también está en manos de la Casa de Grimaldi, aunque el pleno ejercicio del mismo está delegado a los tribunales.
Liechtenstein, monarquía constitucional
Liechtenstein es una monarquía constitucional con base parlamentaria: el príncipe y el pueblo comparten la soberanía y ambos la ejercen según las disposiciones de la Constitución. Su sistema político cuenta con una fuerte componente de democracia directa: con la firma de 1.000 ciudadanos se puede convocar una asamblea del Parlamento y con la de 1.500 solicitar su disolución, unos números que se ajustan a un país en el que viven sólo 36.600 personas. No obstante, para llegar a tener validez todas las leyes necesitan la sanción del príncipe. En 2012, un referéndum para limitar los poderes del monarca acabó siendo un rotundo respaldo a los que ya tiene.
Suecia, monarquía constitucional
El rey y jefe del Estado sueco es Carlos XVI Gustavo: según las leyes constitucionales suecas, tiene una función representativa. El Parlamento es unicameral desde 1971 y está compuesto por 349 diputados elegidos por sufragio directo.
Noruega, monarquía constitucional
Harald V fue coronado en junio de 1991, tras fallecer su padre, Olav V. Desde entonces, el monarca desempeña un papel meramente institucional, ya que el poder político reside en el Gobierno. Tiene el rango de general de los Ejércitos de Tierra y del Aire y ocupa la jefatura de la Iglesia evangélica luterana noruega. La familia real goza de un inmenso apoyo: más del 90% de la población la respalda, según las últimas encuestas.
Reino Unido, monarquía parlamentaria
La monarquía por excelencia la mantiene viva la reina Isabel II (en el Registro Civil Elizabeth Alexandra Mary Windsor), que es también cabeza de la Iglesia anglicana y monarca en los quince países miembros de la Commonwealth. Isabel II ha reinado durante más de cinco décadas y, a sus 87 años, ha sobrevivido a numerosos escándalos. Pero el apoyo popular vuelve a expresarse cada vez que hay ocasión para ello: sea el nacimiento del nuevo descendiente o la celebración de los 60 años del trono de la reina, que se cumplieron en 2012. Con dos años más de reinado se convertiría en la monarca con el reinado más largo de la historia del país, una posibilidad que aleja una próxima abdicación.
Lesotho, monarquía parlamentaria
Swazilandia, monarquía absoluta
Arabia Saudí, monarquía absoluta
Baréin, monarquía constitucional
Bután, monarquía absoluta
Jordania, monarquía parlamentaria