10 formas de como prácticar la austeridad lo necesito para hoy pls
Respuestas a la pregunta
1. Austeridad en la comida. En casa o en los restaurantes. El despilfarro de dinero y de comida es un mal ejemplo que los padres damos a los hijos cuando no ponemos normas sobre la cantidad, calidad y precio que los hijos pueden consumir.
2. Austeridad en el endeudamiento. Cuesta demasiado caro endeudarse. Las familias tienen que darse cuenta que comprar sin austeridad supone, la mayoría de las veces, endeudarse con unas cuotas de intereses altísimas.
3. Austeridad en la imagen proyectada, propia o familiar. «Muchos quieren aparentar, ser o tener más que los demás, para epatarles, por eso no dudan en gastar incluso lo que no pueden. El antiguo dicho de "que según te vean, así te tratan" no hay que aplicarlo solamente en el de la vestimenta. Hay otros conceptos en cada una de las personas, en los que verdaderamente la sociedad se fija y valora», explica Gras.
4. Austeridad en los gastos ostentosos. «Excesivamente utilizados en las celebraciones familiares, religiosas, civiles o amistosas, para intentar demostrar una abundancia económica que no siempre es real, por lo que las familias pueden quedar endeudadas durante mucho tiempo para pagar las deudas, y teniendo que sustituir en el futuro las compras necesarias por el pago de la deuda», asegura este especialista.
5. Austeridad al comprar cosas innecesarias. «Los padres tienen que dar un primer paso para desembarazarse de este impuesto y asumido estilo de vida de Occidente, en el que al consumo compulsivo se le llama «nivel de vida» y a la posibilidad de conseguirlo se le llama «bienestar». Trate de anotar y analizar continuamente los gastos mensuales, individuales y familiares. Posiblemente llegue a la conclusión de que puede vivir con más austeridad. Cada persona y cada familia debe decidir libremente el grado de austeridad, severidad y rigidez en la forma de obrar o vivir, incluso para que sirva de ejemplo a otras personas o grupos sociales», afirma desde esta escuela.
6. Austeridad al comprar cosas innecesarias. Los padres tienen que dar un primer paso para desembarazarse de este impuesto y asumido estilo de vida de Occidente, en el que al consumo compulsivo se le llama «nivel de vida» y a la posibilidad de conseguirlo se le llama «bienestar». Trate de anotar y analizar continuamente los gastos mensuales, individuales y familiares. Posiblemente llegue a la conclusión de que puede vivir con más austeridad. Cada persona y cada familia debe decidir libremente el grado de austeridad, severidad y rigidez en la forma de obrar o vivir, incluso para que sirva de ejemplo a otras personas o grupos sociales.
7. Austeridad al comprar cosas que no son de estricta necesidad. Los padres deben moderar el consumo y uso de artículos y aficiones que no son necesarias para vivir. Resistir al consumismo significa vivir un estilo y sentido de la vida diferente. Hay que estar bien enraizados en los valores de la sencillez. No se debe ser austero únicamente por mortificación, se aspira a ganar tiempo que utilizará en beneficio de su persona que es materia y espíritu. La austeridad les hará solidarias con personas y sociedades menos desarrolladas. así podrá compartir con justicia, pues tiene que tener una lucidez esperanzada para discernir entre lo que se necesita verdaderamente y lo qué se puede prescindir.
8. Austeridad y modestia. El verdadero sentido de la austeridad sólo se conoce cuando se enlaza con la modestia. La modestia es rehusar lo innecesario, desde el momento en que lo innecesario nada significa. Los padres deben ser modestos por naturaleza, no por renuncia, sino por predisposición, por ideales, o por que han educado esta virtud.
9. La austeridad y la religión. La austeridad de vida es una exigencia ética y una virtud cristiana. Como exigencia ética obliga preferentemente a quienes están al frente de la cosa pública en sus diversos niveles y a los que en el ámbito privado están situados en posiciones privilegiadas, como los padres maestros y otras personas influyentes en la sociedad. Es cierto que hablar de austeridad a determinados colectivos es muy difícil, pues casi ya no pueden ejercerla, al estar en los mínimos niveles de subsistencia. Es muy difícil hablar de religión cuando los oyentes tienen los estómagos vacíos.
10. Austeridad en las relaciones económicas con los hijos. Es en este punto cuando se suele abandonar la obligación de la responsabilidad familiar de la educación en las virtudes y valores humanos, pues en vez de responder con entereza a las normas de una buena educación, algunos padres prefieren apostar por la satisfacción inmediata de quitarse los problemas de encima mediante el olvido de las virtud de la austeridad. Por eso llegan los excesivos regalos y premios injustificados a los hijos para no tener que luchar contra las peticiones de los hijos.
Enseñarles lo importante que es pensar antes de gastar, para saber si las cosas son necesarias y así adquirir y mantener hábitos de consumo responsables.