10 ejercicios de resistencia cardiovascular y un resumen de lo que es cada ejercicio
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Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Caminar rápido: es la forma más sencilla de moverse y empezar a mejorar la salud. Aunque quema menos calorías que otras formas de ejercicio, es una buena manera de mantenerse activo. La clave es caminar rápido.
Bailar: algunos tipos de baile (zumba o hip hop) pueden ser ejercicios cardiovasculares muy efectivos. Con solo una sesión de 20 a 30 minutos de baile continuo a ritmo alto mejorarás tu resistencia cardiovascular y, además, trabajarás otros músculos.
Ir en bicicleta: el ciclismo debe hacerse a un ritmo rápido si queremos mejorar el estado cardiovascular. Cuanto mayor sea la velocidad, más aumentará el ritmo cardíaco y los músculos empezarán a exigir más oxígeno y energía.
Correr o trotar: es un tipo de ejercicio muy vigoroso y eficaz a la hora de mejorar la resistencia cardiovascular. Es aconsejable practicarlo de forma paulatina, aumentando el tiempo y la velocidad poco a poco, a medida que nuestro cuerpo se va acostumbrando.
Entrenamiento de fuerza: ejercicios de fuerza como sentadillas rápidas o flexiones sin pesas pueden formar parte de un entrenamiento cardiovascular. La clave está en hacer tantas repeticiones como sea posible y, para evitar lesiones, asegurarse de cuál es la técnica y la postura.
Saltar la cuerda: debemos hacerlo a un ritmo rápido durante 10 o 15 minutos, nada sencillo. Se calcula que una sesión de entrenamiento a cuerda de 10 minutos puede llegar a quemar más calorías que 10 minutos de carrera.
Nadar: la natación activa numerosos grupos musculares y permite quemar muchas calorías. Para mejorar la resistencia cardiovascular, conviene nadar a intervalos de 50 o 100 metros, seguidos de cortos periodos de descanso. A medida que mejoramos la resistencia, aumentaremos la distancia y acortaremos los periodos de descanso.
Subir escaleras: es una excelente manera de fortalecer y tonificar las piernas. Subir las escaleras rápido es una buena manera de ejercitar el sistema cardiovascular, al tiempo que desarrollas fuerza y potencia.
Deportes de equipo como el fútbol o el baloncesto: implican correr, rápido o lento, alternando con paradas. Son ideales para mantenernos en buena forma física y mejorar la salud cardiovascular.
Máquinas de ejercicios: las bicicletas estáticas, las cintas de correr… también pueden mejorar la resistencia cardiovascular. Estas máquinas permiten ajustar la intensidad del entrenamiento y realizar un seguimiento de la frecuencia cardiaca o de las calorías quemadas.