10 conductas que tiene el hombre
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Se prefiere más una mano que la otra. Observa tus manos: una muy similar a la otra. ...
– Alterar el cuerpo. ...
– Chismear. ...
– Tener lapsus. ...
– Mentir. ...
– Aburrirse. ...
– Pensar en la muerte. ...
– Tener conductas autodestructivas.
Explicación:
Respuesta:
define al hombre como un animal político y social1
, expresión en la
que “social” incluye la totalidad de las formas de convivencia y
“político” la forma más alta de síntesis de moralidad y sociedad. Por
nuestra parte, podríamos agregar, que el hombre es un animal
político, social y jurídico.
Si es un hecho, pues, que la vida del hombre es
necesariamente social, moral y jurídica, es evidente que éste no
puede ser comprendido adecuadamente si a la vez no se comprende
esta dimensión de su realidad. Pero, a la inversa, y más radicalmente
aún, lo social, lo moral y lo jurídico no pueden comprenderse sino a
partir de la comprensión de lo que es el hombre y su vida, en sus
rasgos específicos y digo “radicalmente” porque el hombre es raíz de
lo social, lo moral y lo jurídico en el mismo sentido en que es fuente
de su propia vida. Por esa razón, la raíz, la fuente o el fundamento de
toda estructura ético-jurídica debe buscarse en la estructura
operativa del hombre.
2.- La cualificación subjetiva y los fenómenos de imputación
Dice Aristóteles, dentro de su explicación del acto voluntario,
que “el hombre es principio y progenitor de sus acciones como de sus
hijos. Pero si ello es claro, y no podemos remontarnos a otros
principios que no sean los que están en nosotros, entonces las
acciones cuyos principios están en nosotros dependerán de nosotros
y serán voluntarias”2
.
Adviértase que el filósofo dice en progresión tres cosas:
1°) Se refiere, en primer lugar, a las acciones cuyos principios
están en nosotros como en su causa; éste es un dato común a todo el
dinamismo natural, que sirve de marco físico al específico dinamismo
ético-jurídico.
2°) Alude, asimismo, a aquellas acciones que dependen de
nosotros, más allá de la pura causalidad física. Podría ponerse como
ejemplo una obra intelectual, técnica o artística, que depende de su
autor en un orden que excede la causalidad eficiente. Mientras que
los primeros fenómenos implican relaciones de causalidad, estos
segundos implican relaciones de autoría.