10 aspectos del Gobierno de Porfirio Diaz en México
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Respuesta:
1. Hacia 1911 el país contaba con más de 20 mil kilómetros de vías ferroviarias, cuando en 1876 apenas existían 800 kilómetros. Al principio de su gobierno se promovió la construcción ferroviaria por medio de concesiones a los gobiernos de los estados y a particulares mexicanos.
En 1880 se otorgaron tres importantes concesiones a inversionistas estadounidenses, con toda clases de facilidades para la construcción e importación de material.
2. Entre 1877 y 1911 se construyeron de 7,136 a 23,654 kilómetros en cuestión de vías telegráficas.
En tanto, el sistema de correos, que durante todo el siglo XIX era atacado e intervenido por bandoleros, logró un relativo crecimiento con la paz de la época, puesto que se establecieron más de 1,200 oficinas de correo.
3. México no registró un avance representativo en la producción de productos básicos, como, el frijol, trigo, maíz y chile. Sin embargo, productos como el henequén en Yucatán creció a un ritmo de 20% al año y la producción del café se duplicó de 1877 a 1881, incluso el chicle llegaron a producirse hasta 20 toneladas en 1881.
4. Las principales potencias extranjeras europeas que invirtieron en México fueron Inglaterra, Francia y Alemania, creían que debían apoyar a México en sus esfuerzos para que la inversión estadounidense no dominara el país, creencia defendida por el grupo de los “científicos” que rodeaba al presidente Díaz.
5. Entre 1874 y 1910 el valor de las exportaciones pasó de 27.5 millones a más de 146 millones de dólares. El dinamismo del sector se debió básicamente a las exportaciones de materias primas, en particular de minerales.
A lo largo del período, Estados Unidos fue el principal mercado para las exportaciones, absorbiendo en casi todos los años más de la mitad de éstas. Hacia finales del Porfiriato, las exportaciones disminuyeron con respecto a las importaciones, por lo que la balanza comercial se mostró desfavorable a la economía de México.
6. Mediante los aranceles, se favoreció la sustitución de importaciones en algunos rubros, principalmente manufacturas destinadas al consumo de los grupos urbanos. En contraste con esto, los bienes de capital y los granos básicos se gravaron muy poco. Dada su estructura arancelaria, México era a finales del siglo XIX uno de los países más proteccionistas del mundo.
7. Durante la mayor parte de este periodo el peso mexicano tuvo una depreciación real debido principalmente a que el valor del peso se encontraba ligado al de la plata (México se consolidó como el principal productor de este metal), mientras que el de las monedas de otros paises se encontraban ligadas al oro.
En las últimas décadas del siglo XIX la plata experimentó una fuerte caída en su valor frente al oro, lo que trajo como consecuencia una pérdida de valor del peso frente a otras monedas y un abaratamiento relativo de los productos mexicanos.
8. Las leyes de colonización y la acción de las compañías deslindadoras favorecieron la concentración de la tierra en pocas manos y el despojo de las propiedades comunales indígenas. La separación de los campesinos de su tierra contribuyó a formar a una vasta legión de proletarios, cuya mano de obra libre, desposeída de medios de producción.
9. En 1910 Porfirio Díaz emitió un decreto para la creación de la Universidad Nacional de México que años más tarde se convertiría en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Durante las fiestas del Centenario de la Independencia de México, Justo Sierra presentó ante el Congreso de la Unión, una iniciativa para crear la Universidad Nacional de México, como dependencia agregada al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. La ley fue promulgada el 26 de mayo, y el primer rector universitario fue Joaquín Eguía Lis, de 1910 a 1913.
10. El pánico bancario en Estados Unidos durante 1907 desencadenó una crisis económica mundial que afectó México entre 1908 y 1909.
Los empresarios, al verse obligados a reducir su producción, créditos, insumos o mercados tuvieron que sanear su nómina o reduciendo los salarios o despidiendo empleados.
La parálisis económica causada por la crisis es considerada como uno de los catalizadores de la Revolución de 1910, debido a que México dependía en mayor medida de los mercados y capitales extranjeros, sobre todo de Estados Unidos.
Sin embargo, historiadores y analistas han coincidido que aunque la condición económica fue un detonante, lo que desató el proceso revolucionario en México fue la inestabilidad generada por la falta de acuerdos políticos previos a la sucesión presidencial de 1910.