1. resumen de Mateo 5-9
3- Dibuja los personajes del texto
4- Qué aplicación para la vida le deja del texto
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
INTRODUCCIÓN
El Señor Jesús está realizando unas declaraciones extraordinarias a sus discípulos, siguiendo un orden lógico que describe la obra de gracia del mismo Dios en los corazones de sus hijos verdaderos. Estas sentencias no solo han sido declaradas en un orden a propósito por Cristo mismo, sino que se corresponden entre sí. ¡Cuánta paz recibe el alma saciada por Dios, aquel cuyos pecados han sido perdonados y Dios no culpa de pecado!. El que sabe que no tiene nada ni merece nada pero Dios le ha dado todo, no puede hacer otra cosa que buscar que otros reciban también lo que él ha recibido. Así por ejemplo la bienaventuranza para los mansos se corresponde con esta bienaventuranza para los pacificadores. El evangelista escribió el dicho de Cristo de la siguiente forma: “Bienaventurados los pacificadores, porque hijos de Dios serán llamados”, indicando que estos pacificadores son posesión especial de Dios, del Dios de paz. Revisemos esta bienaventuranza a la luz de tres preguntas:
I. ¿QUIÉNES SON PACIFICADORES?
En primer lugar debemos reiterar que estos supremamente bendecidos no pueden ser otros que aquellos cuyas vidas han sido bendecidas con el gran favor de Dios. Y que la descripción dada a estos no corresponde a una característica natural de las personas, pues es algo dado por Dios, fruto de su Espíritu Santo. Así entonces al preguntarnos ¿quiénes son pacificadores?, debemos observar que
A. No son los que buscan paz sin Dios
Son muchos los que buscan una paz y reconciliación entre los hombres porque han sufrido el odio, la envidia, la avaricia y deshonestidad de otros. Se han creado multitud de organizaciones locales, nacionales e internacionales con este objetivo. Han buscado por todos los medios lograr esa paz entre naciones y pueblos en conflicto. Pero lo que no han comprendido es que solo están atacando la superficie del problema y no van a la raíz del mismo, ¿qué dice la Biblia al respecto?, leamos Stg. 4:1, el problema de raíz es el corazón malo, que no puede cambiar sin la gracia de Dios, veamos Jer. 13:23. Incluso el pueblo de Israel, aparatado de su Señor, política y religiosamente trató de buscar la paz sin Dios, y el resultado no podía ser otro que juicio contra su maldad, Jer. 6:13-14. Luego entonces, las organizaciones de derechos humanos, los políticos cuyo eslogan es la paz, los grupos y movimientos sociales que dicen promover la paz, por más loables que puedan ser sus esfuerzos, no lograrán la anhelada paz, ni podrán ser llamados hijos de Dios pues no lo conocen, y buscan algo que sólo Dios puede dar. Ellos buscan la paz a cualquier precio, como las personas que no quieren confrontación alguna y “por conservar la paz” permiten toda suerte de injusticia. Esta no es la paz verdadera, y los no creyentes jamás podrán ser llamados pacificadores, pues no conocen la paz de Dios. Así que los pacificadores no pueden ser otros que los cristianos.
B. SON LOS CRISTIANOS
Los que han experimentado la paz de Dios son los cristianos, los que saben que eran enemigos de pero han sido hechos amigos de Dios, han sido reconciliados con él gracias al sacrificio de Jesucristo, quien cumplió toda la justicia de Dios que ellos habían quebrantado, para que ahora por la fe, puedan tener paz con Dios, leamos Rom. 3:21-26, y 5:1. Esta clase de gente ahora sabe lo que es la verdadera paz, la ha recibido de Cristo y no del mundo (Jn. 14:27), sabe que tiene comunión con Dios, que no irá a condenación, gracias a la obra de Cristo. Había peleado con Dios, pero Dios vino a reconciliarlos con Cristo, y por eso buscan que otros también se reconcilien con Dios, 2 Cor. 5:20. Por lo tanto el cristiano ya no es pendenciero ni calumniador o entremetido, sino que está preocupado porque otros conozcan al Dios de paz, y eso lo demuestra con su estilo de vida, esto nos lleva a nuestra segunda reflexión.
II. ¿CÓMO VIVEN LOS PACIFICADORES?
No es un mero título el que llevan los cristianos como pacificadores, es una característica de su ser gracias a la obra del Espíritu de Dios en su interior. No es una serie de declaraciones teológicas que pueden aprender y pronunciar, sino también que permean toda su manera de vivir y se hacen evidentes en su diario caminar. Entonces los cristianos, los verdaderos pacificadores, ahora viven
Explicación: