1. ¿Qué conocimientos me fueron más dificiles de entender de la
actividad?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Tradicionalmente, aprender ciencias –¡y no digamos aprobar!– ha sido una tarea difícil. Se ha asumido con relativa normalidad en nuestra cultura educativa que no todos los alumnos valen para las ciencias, que se trata de una materia excluyente, cuando no exclusiva, para la que no todos estamos capacitados.
De esta forma, la educación científica ha cumplido tradicionalmente en nuestro sistema educativo, y tal vez por desgracia aún siga cumpliendo, una función selectiva más que formativa: se ha puesto más énfasis en seleccionar a los alumnos más capacitados que en proporcionar una educación científica a todos los alumnos como parte de su formación ciudadana. Sin embargo, en los nuevos marcos curriculares, especialmente a partir de la implantación de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), las metas de la educación científica deben dirigirse explícitamente hacia lo que podríamos llamar un proceso de alfabetización científica, una educación científica para todos, basada en el supuesto de que el conocimiento y el pensamiento científicos, las formas de hacer de la ciencia, deben ser parte de un patrimonio cultural compartido, que todos los ciudadanos deben ser capaces de usar esas formas de conocimiento para dar sentido al mundo que les rodea y participar, con sus acciones y decisiones, en la vida social. Llevar una vida saludable, tener una conducta responsable con el medio ambiente, adoptar decisiones como ciudadanos sobre las nuevas terapias génicas o la manipulación genética de los alimentos, o simplemente comprender y optimizar el funcionamiento de las tecnologías a nuestro servicio requieren en todos los casos conocimientos científicos que nos protejan de los mensajes simplificadores de la publicidad o de la demagogia.
Explicación: