1¿Por qué Vargas Llosa se considera un gran novelista? 2¿Cual es tu opinión acerca de la trayectoria del autor ? 3¿Por qué crees que algunas de sus obras se sentran en sus experiencias personales de su juventud? 4 De todas las obras mencionadas ¿Te gustarían leerlas ?¿Por qué? 5¿Cual es tu opinión acerca de la infografía leída y analizada ?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La concesión del Premio Nobel generará obligadamente una catarata de elogios que responderá tanto a ese humano y pegajoso deseo de apuntarse al galardonado como a la expansión de entusiasmo que los grandes reconocimientos comportan. La opinión crítica queda literalmente arrasada por la habitual desmesura de los elogiantes, como si se tratara de una competición, y es lógico porque este es un momento de alegría (e incluso de envidia) y fuegos artificiales. Pero aparte de los incondicionales y de los de ceja alzada, también hay gente que en medio de la onda expansiva se pregunta: ¿es realmente tan bueno el autor?Examinemos unas cuantas razones. La primera de ellas sería, sin duda alguna, la ambición. No hay gran novela sin gran ambición. No hay novelista (incluso tan educado y elegante como él) que no alimente su escritura en un orgullo satánico. Esa es la parte oscura, infernal, del gran escritor. Pero la ambición por sí sola también se la podríamos aplicar a Al Capone o a Stalin, así que algo falta en la caracterización del escritor. Lo que falta -segunda razón- es el amor por la Literatura. Genera dos propiedades muy importantes; de una parte, el gusto literario, adquirido gracias a la experiencia literaria; de otra, la vocación, esa misteriosa voluntad de anteponer la creación a cualquier otra consideración vital. Como decía Faulkner, el novelista ha de estar dispuesto a mentir, robar, falsear e incluso a vender a su madre con tal de conseguir crear la Obra. Vocación y ambición revelan un carácter. Experiencia literaria (lectura) y experiencia de la vida son las armas de ese escritor. Mario Vargas es un ejemplo perfecto de escritor vocacional entregado a su obra, lo cual no quiere decir que haya tenido que sacrificar a la familia, lo que no se puede decir de otros.