1.POR QUE HOY EN DIA SE CONSIDERA UN TABU LA VIRGINIDAD
2.CUALES SON LAS RAZONES DE HOY EN DIA NO SE TENGA LA REALIDAD FAMILIAR O LA VIDA DE PAREJA COMO ALGO PRIMORDIAL
3.CUALES SON LAS RAZONES POR LA QUE NO SE CREE O NO SE LE APUESTA A LA REALIDAD DEL AMOR?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:El tabú de la virginidad no es más que un modelo psicológico que permite a Freud dar cuenta de la existencia de una reacción arcaica de la mujer, que difícilmente se agota, se controla o vence por el amor de un hombre y sus buenos tratos.
La virginidad femenina se ha constituido en occidente en garantía de integridad física y moral. Si bien ya no es condición necesaria para una mujer merecer el respeto y el amor de un hombre, continúa teniendo gran valor en la economía psíquica de éste. Que una mujer no lleve al matrimonio el recuerdo del goce sexual con otro hombre, equivale para el elegido a la eliminación de un competidor inmediato en el plano del deseo sexual.
2 : Quizá la principal queja de los padres en la actualidad es que "la tarea más difícil de la vida de un adulto es ser padre o madre y que nadie les enseña como hacerla". Esta frase repetida muchas veces por los padres refleja, por un lado, la complejidad de la tarea, la angustia que sienten los padres al enfrentarse a una realidad para la cual no están preparados y por el otro, la necesidad de ayuda que tienen, para cumplir adecuadamente, una misión que las sociedades les pide.
3: En la actualidad, las personas ya no creen en el amor debido a que viven en una estructura de individualismo fomentada por las redes socialesLas redes sociales, se han convertido en el altar de uno mismo; no caben las colectividades ni los actos sociales, más que como una simulación: “mientras yo esté bien, lo demás no importa”, expuso el universitario.
Este tipo de relaciones interpersonales no es nuevo, ni exclusivo de los millennials, es la sociedad la que se ha ‘hecho adolescente’, pero en los jóvenes es más evidente lo que construimos durante la era moderna debido a la tecnología.
Hasta que las redes los separen