1 poema de las fechas civicas
Respuestas a la pregunta
Soy un libro abierto
soñando que despierto
tu amor y dulzura
en mi lectura
léeme como tú quieras
y cuando quieras
pero léeme fijando en mi tus ojos bellos
de divinos destellos
susurrando cariñosa
como brisa entre pétalos de rosa
o en voz alta casi cantando
conmovida recitando
léeme entre líneas
descubriendo virgíneas
regiones de la fantasía
acariciando una utopía
parafraséame
y deséame
con imperiosa necesidad
en busca de mi verdad
disfruta mi preámbulo
en el prólogo
descubre mis intenciones
desnuda tus emociones
desliza tu índice en mi índice
escudriña risueña
mi reseña
acaricia mis páginas
que no son trágicas
házme anotaciones
entre títulos, por las esquinas,
en los rincones
resalta mis textos
cítame dentro o fuera de contexto
devórame hambrienta de saber
y te haré ver…
lo que está invisible a los ojos
romperé cadenas y cerrojos
llévame pegado a tu pecho
atado en un vínculo estrecho
guárdame junto a tu almohada
haz real el cuento de hadas
quiero acompañar tus pasos
depósitame en tu regazo
léeme y reléeme
sálvame del olvido
y del descuido
en una biblioteca oscura
atesórame con ternura
y guárdame por siempre
en tu corazón
En otoño, pasan los días unos tras otros
Y en cada minuto, cada hora, cada día
Añoramos nuestros pueblos, porque miles
De los nuestros abandonaron sus tierras
Pero estamos siempre con esa esperanza de volver.
Y a la paz nuestra tierra sea para
Siempre, porque amarnos la vida, que
La luz del nuevo amanecer alumbre
En nuestras vidas, que la paz reine en
Todos los corazones; que todos vuelvan a ser
Hermanos, en fraternidad como ayer.
Lloramos ahora, pero ya no es de congoja,
Y es por no llegar nuevamente en las horas de
Luto; que nuestros poros no enmudezcan de dolor;
Y nuestro grito se torne en clamor de paz y amor,
Y gritos de paz contra la guerra, contra esa
Guerra de destrucción odio, miseria y hambre.
Ahora viviremos como en un jardín de flores,
Que la dulce luna escuche nuestros cantos,
Que nuestros corazones sean como poso límpido,
Porque no puede haber lagrimas, ni duelos,
Pues solo cabe gozo en todo nuestro ser,
Alegría que no tiene nombre.
Que nuestros antepasados descansen
Con ese silencio de paz y tranquilidad
Porque veremos pasar por el Río Wanky
Balsas, pipantes, con el canto diario de Tininiska
Con sus canciones de hermandad y fraternidad,
Con el velo sagrado de ese Río Coco.
Y ahora oigo el juramento de los ancianos
Postrados de rodilla, emocionados por la congoja
Prometen que ya jamas sus muertos estarán solos
Porque ya el largo periodo de éxodo del pueblo
Miskito llego a su fin, la nueva generación será
Como un eslabón entre espacio y tiempo.