1- Moléculas de los seres vivos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
hola ^w^
Explicación:
Existen cuatro tipos de moléculas orgánicas que constituyen los seres vivos: los ácidos nucleicos, los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas. Los ácidos nucleicos controlan todas las actividades de las células y son los portadores de la información hereditaria que se transmite de padres a hijos.
Respuesta:
los ácidos nucleicos, los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas
Explicación:
Los seres vivos están compuestos por una inmensa cantidad de moléculas orgánicas, cuya
característica principal es que su «esqueleto» está formado por carbono (C). A este elemento se le
unen otros, como el hidrógeno (H), el oxígeno (O), el nitrógeno (N), el azufre (S) y el fósforo (P).
Con esta enorme cantidad y variedad de moléculas orgánicas, los organismos construyen sus
estructuras y de ellas también obtienen la energía para llevar a cabo sus actividades vitales.
Existen cuatro tipos de moléculas orgánicas que constituyen los seres vivos: los ácidos
nucleicos, los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas.
Los ácidos nucleicos controlan todas las actividades de las células y son los portadores de
la información hereditaria que se transmite de padres a hijos.
• Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía para el organismo. Las
plantas almacenan esta energía en forma de almidón (muy abundante, por ejemplo, en las patatas y
el arroz), y los animales, en forma de una sustancia llamada glucógeno.
Los hidratos de carbono también tienen otras funciones, como formar el armazón de las
plantas o el esqueleto externo de los artrópodos.
Los lípidos constituyen una importante reserva energética para los organismos. Las
semillas los almacenan para emplearlos como fuente de energía durante la germinación, y los
animales los acumulan bajo la piel formando una capa de grasa, que además funciona como un
aislante térmico frente al frío. Los lípidos también impermeabilizan pelos, plumas, hojas, frutos,
etc.
Las proteínas son las moléculas más abundantes de los seres vivos y cada una tiene su
función concreta. Son responsables de las enormes proezas que hacen los animales al correr,
saltar, volar, etc., ya que son el principal componente de los músculos. Pueden llegar a ser tan
duras que sirven como armas defensivas (el cuerno del rinoceronte), tan resistentes que se emplean
como trampas (la tela de araña) o tan delicadas que se emplean para fabricar tejidos (la seda).
Además, son importantes reguladores de las reacciones químicas que se llevan a cabo en los
organismos.