1. Lee el fragmento del ensayo “Todos Santos, Día de Muertos” de Octavio Paz.
2. Realiza una síntis. A partir de la lectura, cribe, en máximo media cuartilla, los elementos del contenido en la que expongas cuál el título, tema, enfoque e hipótis o idea directriz.
3. Enlista los principal temas tratados por el autor y menciona cuál te parece más interante y por qué.
4. Enuncia tu opinión sobre el texto: ¿tás de acuerdo con la postura del autor? Justifica tu rputa.
5. Reflexiona a partir de la lectura del ensayo y cribe en el mismo archivo cuál consideras que el mensaje que el autor quiere dar a conocer.
Respuestas a la pregunta
“Todos Santos, Día de Muertos” de Octavio Paz: El solitario mexicano ama las fiestas y las reuniones públicas. Todo es ocasión para reunirse. Cualquier pretexto es bueno para interrumpir la marcha del tiempo y celebrar con festejos y ceremonias hombres y acontecimientos. Somos un pueblo ritual. Y esta tendencia beneficia a nuestra imaginación tanto como a nuestra sensibilidad, siempre afinadas y despiertas. El arte de la fiesta, envilecido en casi todas partes, se conserva intacto entre nosotros. En pocos lugares del mundo se puede vivir un espectáculo parecido al de las grandes fiestas religiosas de México, con sus colores violentos, agrios y puros y sus danzas, ceremonias, fuegos de artificio, trajes insólitos y la inagotable cascada de sorpresas de los frutos, dulces y objetos que se venden esos días en plazas y mercados.
Nuestro calendario está poblado de fiestas. Ciertos días, lo mismo en los lugarejos más apartados que en las grandes ciudades, el país entero reza, grita, come, se emborracha y mata en honor de la Virgen de Guadalupe o del general Zaragoza. Cada año, el 15 de septiembre a las once de la noche, en todas las plazas de México celebramos la fiesta del Grito; y una multitud enardecida efectivamente grita por espacio de una hora, quizá para callar mejor el resto del año. Durante los
días que preceden y suceden al 12 de diciembre, el tiempo suspende su carrera, hace un alto y en
lugar de empujarnos hacia un mañana siempre inalcanzable y mentiroso, nos ofrece un presente
redondo y perfecto, de danza y juerga, de comunión y comilona con los más antiguo y secreto de
México. El tiempo deja de ser sucesión y vuelve a ser lo que fue, y es, originariamente: un
presente en donde pasado y futuro al fin se reconcilian.
Pero no bastan las fiestas que ofrecen a todo el país la Iglesia y la república. La vida de cada
ciudad y de cada pueblo está regida por un santo, al que se festeja con devoción y regularidad.
Los barrios y los gremios tienen también sus fiestas anuales, sus ceremonias y sus ferias. Y, en
fin, cada uno de nosotros —ateos, católicos o indiferentes— poseemos nuestro santo, al que cada
año honramos. Son incalculables las fiestas que celebramos y los recursos y tiempo que gastamos
en festejar. Recuerdo que hace años pregunté a un presidente municipal de un poblado vecino a
Mitla: "¿A cuánto ascienden los ingresos del municipio por contribuciones?". "A unos tres mil
pes es anuales. Somos muy pobres. Por eso el señor gobernador y la Federación nos ayudan cada
año a completar nuestros gastos." "¿Y en qué utilizan esos tres mil pesos?" " Pues casi todo en
fiestas, señor. Chico como lo ve, el pueblo tiene dos Santos Patrones."
Esa respuesta no es asombrosa. Nuestra pobreza puede medirse por el número y suntuosidad de
las fiestas populares. Los países ricos pocas: no hay tiempo, ni humor. Y no son necesarias; las
gentes tienen otras cosas que hacer y cuando se divierten lo hacen en grupos pequeños.
3.Enlista los principal temas tratados por el autor y menciona cuál te parece más interante y por qué:
principales temas
· Cultura mexicana
· Religión
· Fiestas
· Gobierno
Me parece muy interesante nuestra “cultura mexicana”, somos personas increíbles y tan alegres, que hasta de la muerte hacemos fiesta, somos personas que a pesar de todos los problemas que llegamos atener de cualquier tipo, económico, social, cultural etc. Siempre encontramos el lado bueno y el buen humor a las cosas o a las situaciones.
4.No, ya que los mexicanos vemos la muerte como un comienzo, algo nuevo por empezar, no como el fin, tal vez por este motivo, festejamos. Considero que el autor lo expresa de forma un poco pesimista ya que era su forma de ver la muerte, con festejo pero se quedaban con muchas cosas en su interior.
5.El autor Octavio Paz, nos habla de que al pueblo mexicano le gusta la fiesta, ya que tenemos un especial sentido para ello, ya que ahí es en donde se puede abandonar la soledad que nos encierra, ya que nuestras vidas van del nacimiento, velorio y del grito al silencio. Por lo tanto somos alegres y de toda situación hacemos fiesta o festejo alguno.
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