1. Lea el siguiente texto argumentativo y señale claramente sus partes
principales (Introducción, tesis, argumentación y conclusión)
¿Quién manda en Francia?
La lectura de un artículo de opinión aparecido el 25 de julio sobre el “Pequeño
terremoto en Francia”, de Michael Ledeen me ha provocado profunda
extrañeza y consternación. El gran desconocimiento de la realidad institucional
francesa se hace patente a través de gran parte de sus comentarios, frutos de
un análisis mal informado y aproximativo.
El garrafal error del comentario de Ledeen reside en presentar esta elección
presidencial como un vuelco de la vida política francesa hacia la derecha. Ello
es desconocer cabalmente la realidad institucional gala y su reciente
experiencia en materia de ‘cohabitación’. Por de pronto es esencial recordar
que el que verdaderamente gobierna en Francia es el Primer Ministro, quien es
“de facto” y “de jure” una emanación directa de la mayoría de turno en la
Asamblea Nacional, recreando así la hasta hoy gobernante “gauche plurielle”,
el futuro Primer Ministro será ineluctablemente de izquierda y la capacidad del
Presidente de derecha de influir sobre el gobierno, extremadamente
menguada. Es decir, Chirac (o incluso Le Pen), en calidad de Presidente,
frente a una Asamblea y a un Primer Ministro de izquierda, se vería en
absoluta incapacidad de dar un vuelco “derechista” a Francia”.
Por ello, la elección más importante está por venir y, si bien el Presidente de la
República simboliza la nación y la república, lo cierto es que un vuelco
derechista en Francia sólo se produciría si en junio próximo las elecciones
parlamentarias arrojaran un resultado a favor de tal vuelco, al elegir una
Asamblea de derecha y a la consecuente emanación de ésta en el Poder
Ejecutivo: el Primer Ministro.
Permítaseme entonces no emitir anticipadamente proclamaciones de “vuelcos”
definitivos en la vida política francesa más bien observar ciertos hechos, sobre
todo políticos, desde miradas que consideren la mayor cantidad de elementos
para el análisis.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Michael Ledeen me ha provocado profunda
extrañeza y consternación. El gran desconocimiento de la realidad institucional
francesa se hace patente a través de gran parte de sus comentarios, frutos de
un análisis mal informado y aproximativo.
El garrafal error del comentario de Ledeen reside en presentar esta elección
presidencial como un vuelco de la vida política francesa hacia la derecha. Ello
es desconocer cabalmente la realidad institucional gala y su reciente
experiencia en materia de ‘cohabitación’. Por de pronto es esencial recordar
que el que verdaderamente gobierna en Francia es el Primer Ministro, quien es
“de facto” y “de jure” una emanación directa de la mayoría de turno en la
Asamblea Nacional, recreando así la hasta hoy gobernante “gauche plurielle”,
el futuro Primer Ministro será ineluctablemente de izquierda y la capacidad del
Presidente de derecha de influir sobre el gobierno, extremadamente
menguada. Es decir, Chirac (o incluso Le Pen), en calidad de Presidente,
frente a una Asamblea y a un Primer Ministro de izquierda, se vería en
absoluta incapacidad de dar un vuelco “derechista” a Francia”.
Por ello, la elección más importante está por venir y, si bien el Presidente de la
República simboliza la nación y la república, lo cierto es que un vuelco
derechista en Francia sólo se produciría si en junio próximo las elecciones
parlamentarias arrojaran un resultado a favor de tal vuelco, al elegir una
Asamblea de derecha y a la consecuente emanación de ésta en el Poder
Ejecutivo: el Primer Ministro.
Permítaseme entonces no emitir anticipadamente proclamaciones de “vuelcos”
definitivos en la vida política francesa más bien observar ciertos hechos, sobre
todo políticos, desde miradas que consideren la mayor cantidad de elementos
para el análisis.