1. Imagina que estás perdido(a) en un desierto. Enumera al menos dos razones por las cuales
debas viajar de noche.
Respuestas a la pregunta
Para caminar por el desierto, lo mejor es llevar calzado deportivo, cómodo y transpirable, que sujete bien el pie. Una vez establecidos, conviene calzarse unas chanclas o sandalias abiertas para descansar los pies del largo día. La soledad del terreno (sin farmacias a la vista) hace necesario proveerse de un botiquín de primeros auxilios en el que no deben faltar antidiarreicos, paracetamol, tiritas, anti-ácidos y pastillas para potabilizar el agua si es necesario. Imprescindibles son también estos accesorios: crema solar de alta protección, repelente de mosquitos, gafas de sol y una gorra o sombrero que impida pasar los rayos a la cabeza Imitando a los autóctonos, puedes atreverte con un turbante para proteger tus ojos, tus orejas, tu nariz, de las tormentas de arena. No se recomienda que te adentres solo en el desierto. Merece la pena solicitar un guía en los alrededores, conseguir la compañía del algún bereber del lugar. Ellos sabrán cómo orientarse y cómo torear las arenas. Si llevas coche propio, llena tu depósito hasta el tope. No existen gasolineras en kilómetros y kilómetros. Asegúrate también de llevar un buen neumático de repuesto y las herramientas precisas para cambiarlo: se puede estar horas sin ver pasar ningún vehículo. Conducir por la noche puede ser un peligro. Las carreteras no son buenas e incluso en los largos trayectos solitarios siempre cabe la posibilidad de ver cruzarse repentinamente un peatón, una bici o un animal. Después de conducir a través del desierto, lo más probable es que el filtro del aire se haya cubierto de arena. Acuérdate de sacudirlo después del trayecto
Explicación:
espero que te sirva