1- Federico García Lorca deja plasmada la tragedia a partir de la selección de los nombres de los personajes. Analiza algunos nombres y justifica la afirmación
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
autoridad y el poder, así como los hábitos representativos de la sociedad
española más tradicional. De ahí que se la presente como “mandona”,
“dominanta”, y “tirana de todos los que la rodean”, además de ir siempre
acompaña de su bastón, símbolo inequívoco de mando.
De hecho, ella parece haber anulado a su marido, el difunto Antonio
María Benavides, quien quizá sólo le haya servido para darle cuatro hijas.
Tanto es así, que ella es la que siempre toma las decisiones, y él se tuvo que
refugiar en las caricias de la criada. De ahí que, al principio de la obra, se
sugiera la idea de que, al morirse, se ganó un merecido descanso.
Incluso su primer marido, el innominado padre de Angustias, sólo le vivió
unos pocos años. El tiempo suficiente como para haberle dejado una hija y la
fortuna que ésta heredará.
Además, un detalle curioso del poder que ella ha ejercido siempre en la
casa puede ser el hecho de su dominio genético sobre los dos maridos, ya que
ninguno de los dos ha sido capaz de darle un hijo varón.
Su condición dominante es la que ha hecho que sólo haya dado a luz
mujeres, sobre las que ella ejerce su dominio de madre orgullosa y autoritaria,
papel éste que, en la teoría y en la práctica, solía corresponder más a la figura
paterna que a la materna. Su idea de la maternidad queda reflejada en la
afirmación de que “Una hija que desobedece deja de ser hija para convertirse
en una enemiga”.
Permanentemente, reafirma su autoridad y sus amenazas a las hijas:
“Pero todavía no soy anciana y tengo cinco cadenas para vosotras y esta casa
levantada por mi padre para que ni las hierbas se enteren de mi desolación”.
“No os hagáis ilusiones de que vais a poder conmigo. ¡Hasta que salga de esta
casa con los pies adelante mandaré en lo mío y en lo vuestro”.
Además de sentirse orgullosa como mujer autoritaria, Bernarda se siente
orgullosa de pertenecer a una burguesía campesina relativamente acomodada
y piensa que nadie de ese pueblo es merecedor de tener relaciones con sus
hijas: “No hay a cien leguas a la redonda quien se pueda acercar a ellas. Los
hombres de aquí no son de su clase”. Pero, como le advierte Poncia, ella y sus
hijas son ricas allí, pero en otro lugar ya no lo serían.
Sus vecinos la temen, no sólo por su carácter agresivo, sino también
porque conoce las historias y habladurías de cada una de las familias del lugar.
Explicación:
María Josefa: lleva los dos nombres de los padres de Jesucristo. Tal
vez por ello, en el tercer acto, afirma que quiere ir a “los ramos del Portal de
Belén”.
Una de las más conocidas clasificaciones de los personajes de La casa
de Bernarda Alba es aquella que divide a los mismos en tres grandes grupos:
1.- Personajes visibles. Son aquellos que aparecen en escena y figuran
en la lista de “dramatis personae” que figura al frente de la obra. Éstos, a su
vez se subdividen en:
1.1.- Protagonistas. Aquellos cuya actuación influye en el
desarrollo de los hechos: Bernarda, Poncia, Angustias, Magdalena,
Amelia, Martirio, Adela y María Josefa.
1.2.- Secundarios. Sólo aparecen de forma esporádica o tienen
unas intervenciones muy puntuales en la obra: Criada, Mendiga,
Prudencia, Muchacha, y las Mujeres 1ª, 2ª, 3ª y 4ª.
2.- Personajes invisibles. No aparecen en escena, pero influyen en la
acción dramática, bien de un modo decisivo -como es el caso de Pepe el
Romano-, o bien de una forma menos relevante: la hija de la Librada y los
segadores.
3.- Personajes aludidos. Tampoco aparecen en escena y sólo se hace
mención a ellos por algún motivo concreto: Antonio María Benavides (el difunto
marido de Bernarda, que tenía relaciones carnales con la Criada); Enrique
Humanes (el que fuera pretendiente de Martirio); Paca la Roseta; Adelaida; la
mujer de las lentejuelas; don Arturo, el notario, y el hombre de los encajes.
Veamos, ahora, los rasgos más característicos de cada uno de los
principales personajes:
BERNARDA (60 años). Es autoritaria, dominante, violenta,
intransigente, clasista e hipócrita. Porque ella representa la represión, la