1. Escribir un relato corto de la siguiente frase: “Era una noche fría y lluviosa. No había nadie en la calle, pero al llegar a la esquina...” 1. A partir de la siguiente noticia, escribir El día antes y El día después: “La mujer estaba muerta en un banco de la estación terminal. El chofer que la encontró pensó que dormía, pero al acercarse advirtió una mancha de sangre en su abrigo y dio aviso a la policía. Más tarde se comprobó que el papel blanco que sobresalía de uno de los bolsillos era una carta”.
NECESITO AYUDA EN ESOOO
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Era una noche fría y lluviosa en Kioto, se escuchaban las gotas de lluvia caer en el pavimento, la luna resplandecia como nunca antes y los animales huían a sus hogares. A la distancia se veía una tenue luz proveniente de una pequeña casa de madera ubicada en la colina, cerca del bosque, alejada de todos.
En la casa lo único que se escuchaba era un llanto; el llanto de un nuevo ser, una nueva Hoshi.
La bebé estaba en los brazos de su madre Nyoko, envuelta en una fina cobija blanca con adornos dorados, llorando por el frío de la noche, Nyoko le colocó otra cobija de color verde a la bebé para que parará de llorar, la arruyaba en sus brazos mientras le cantaba una canción para que cayera dormida.
La bebé al momento de escuchar a su madre cantar dejó de llorar, pero no cerró los ojos, más bien los abrió más, empezó a observar todo a su alrededor, a su madre, a su abuela y a su padre, Hermes, ella no dejaba de verlo, tenía un brillo en sus ojos que le decían que quería estar con el; así que Nyoko le paso a la bebé a Hermes, este la sostuvo con mucho cuidado y la observo, la bebé tenía una mirada curiosa, una nariz tan fina como una pluma, pero lo más bello en ella, era esa sonrisa que llenaba su cara, al ver esta sonrisa Hermes no pudo hacer otra cosa que sonreir, se veía su felicidad en su cara y el cariño en sus ojos, Nyoko observaba la escena con la misma sonrisa que ellos dos, mientras Hikari observaba a través de la ventana.
Nyoko volteó a ver a su madre y se percató de lo que estaba viendo; la lluvia, no se había dado cuenta de que estaba lloviendo, lo único que le importaba en ese momento era su hija, y ahí fue donde se le ocurrio el nombre.
Nyoko se levantó de la cama y llamo a Hermes, su madre trató de que se volviera a acostar, pero esta se negó, se dirigio al portón de la casa junto con Hermes y la bebé en sus brazos y los tres observaron el paisaje, las gotas de lluvia, los árboles y la luna.
- Ya se como se llamara- le dijo Nyoko a Hermes.
El la volteó a ver con curiosidad - ¿Cómo quieres que se llame?
Nyoko volteó a ver a la pequeña y dijo - Amaya, que en japonés significa noche de lluvia.
Era una noche fría y lluviosa en Kioto, se escuchaban las gotas de lluvia caer en el pavimento, la luna resplandecia como nunca antes y los animales huían a sus hogares. A la distancia se veía una tenue luz proveniente de una pequeña casa de madera ubicada en la colina, cerca del bosque, alejada de todos.
En la casa lo único que se escuchaba era un llanto; el llanto de un nuevo ser, una nueva Hoshi.
La bebé estaba en los brazos de su madre Nyoko, envuelta en una fina cobija blanca con adornos dorados, llorando por el frío de la noche, Nyoko le colocó otra cobija de color verde a la bebé para que parará de llorar, la arruyaba en sus brazos mientras le cantaba una canción para que cayera dormida.
La bebé al momento de escuchar a su madre cantar dejó de llorar, pero no cerró los ojos, más bien los abrió más, empezó a observar todo a su alrededor, a su madre, a su abuela y a su padre, Hermes, ella no dejaba de verlo, tenía un brillo en sus ojos que le decían que quería estar con el; así que Nyoko le paso a la bebé a Hermes, este la sostuvo con mucho cuidado y la observo, la bebé tenía una mirada curiosa, una nariz tan fina como una pluma, pero lo más bello en ella, era esa sonrisa que llenaba su cara, al ver esta sonrisa Hermes no pudo hacer otra cosa que sonreir, se veía su felicidad en su cara y el cariño en sus ojos, Nyoko observaba la escena con la misma sonrisa que ellos dos, mientras Hikari observaba a través de la ventana.
Nyoko volteó a ver a su madre y se percató de lo que estaba viendo; la lluvia, no se había dado cuenta de que estaba lloviendo, lo único que le importaba en ese momento era su hija, y ahí fue donde se le ocurrio el nombre.
Nyoko se levantó de la cama y llamo a Hermes, su madre trató de que se volviera a acostar, pero esta se negó, se dirigio al portón de la casa junto con Hermes y la bebé en sus brazos y los tres observaron el paisaje, las gotas de lluvia, los árboles y la luna.
- Ya se como se llamara- le dijo Nyoko a Hermes.
El la volteó a ver con curiosidad - ¿Cómo quieres que se llame?
Nyoko volteó a ver a la pequeña y dijo - Amaya, que en japonés significa noche de lluvia.
Explicación:
espero que te sirva