1¿en que tipo de narrador se encuentra el fragmento?
2¿a que parte del libro crees que pertenece este fragmento?
Aureliano dio un salto. Entonces empezó el viento tibio, incipiente, lleno de voces del
pasado, de murmullos de geranios antiguos,
de suspiros de desengaños anteriores a las nostalgias más tenaces
Estaba tan absorto que no sintió tampoco la segunda arremetida del viento, cuya potencia
ciclónica arranco de los quicios las puertas y las ventanas descuajo el techo de la galería
oriental y desarraigo los cimientos
4. Macondo era ya un vaporoso remolino de polvo y escombros centrifugados por la cólera
del huracán bíblico, Cuando Aureliano saltó once páginas para no perder el tiempo en hechos
demasiado conocidos, y empezó a descifrar el instante que estaba viviendo, descifrándolo a
medida que lo vivía, profetizándose a si mismo en el acto de descifrar la última página de los
pergaminos, como si se estuviera viendo en un espejo hablado. Entonces dio otro salto para
anticiparse a las prediccionea y averiguar la fecha y las circunstancias de su muerte. Sin
embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese
cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) seria arrasada
por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano
Buendia acabara de descifrar los pergaminos y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
¿en que tipo de narrador se encuentra el fragmento?
2¿a que parte del libro crees que pertenece este fragmento?
Aureliano dio un salto. Entonces empezó el viento tibio, incipiente, lleno de voces del
pasado, de murmullos de geranios antiguos,
de suspiros de desengaños anteriores a las nostalgias más tenaces
Estaba tan absorto que no sintió tampoco la segunda arremetida del viento, cuya potencia
ciclónica arranco de los quicios las puertas y las ventanas descuajo el techo de la galería
oriental y desarraigo los cimientos
4. Macondo era ya un vaporoso remolino de polvo y escombros centrifugados por la cólera
del huracán bíblico, Cuando Aureliano saltó once páginas para no perder el tiempo en hechos
demasiado conocidos, y empezó a descifrar el instante que estaba viviendo, descifrándolo a
medida que lo vivía, profetizándose a si mismo en el acto de descifrar la última página de los
pergaminos, como si se estuviera viendo en un espejo hablado. Entonces dio otro salto para
anticiparse a las prediccionea y averiguar la fecha y las circunstancias de su muerte. Sin
embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese
cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) seria arrasada
por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano
Buendia acabara de descifrar los pergaminos y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre
Explicación:
Respuesta: Cien años de soledad
Explicación: es Aurelio Babiliano