1. Desarrollar un menú de siete alimentos y adecuada hidratación que se encuentren dentro de la dieta recomendada para los deportistas que practican baloncesto
Respuestas a la pregunta
¿Cómo debe ser la alimentación de un jugador de Basquet?
* Variada y equilibrada en alimentos y nutrientes, haciendo un mínimo de 5 comidas al día de manera ordenada y fraccionada. Y, adaptada al gasto energético del deportista.
* Los hidratos de carbono, proporcionan la energía necesaria para realizar el ejercicio; cereales en sus diversas versiones y alimentos (arroz, avena, quínoa, pan, pasta…) y otros alimentos ricos en este nutriente como la patata, las legumbres, las frutas y las verduras, serán la fuente principal de energía y la ingesta mínima de hidratos de carbono será de 5-7 g/kg de peso corporal y día en entrenamientos moderados (1-1:30 h/día) y de 7-9 g/kg de peso corporal y día en entrenamientos de larga duración (2-3 h/día), duración de las sesiones de entrenamiento que se dividen en entrenamiento fuera de la pista para trabajar el acondicionamiento físico y el entrenamiento en pista para trabajar aspectos técnicos y la estrategia del juego.
* El consumo de proteína (aves, carne, pescado, huevo, lácteos, legumbres, frutos secos…) deberá estar alrededor de 1,2-1,4 g/kg de peso corporal y día para reparar el daño muscular y favorecer junto con los hidratos de carbono una adaptación y maximización de los efectos del entrenamiento, entre otras funciones.
*Los lípidos, supondrán entre un 20 y un 30 % de la energía de la dieta, priorizando la ingesta de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, presentes en el aceite de oliva, aguacate, pescado azul, frutos secos, etc.
* Las vitaminas y minerales se deberán ingerir en las proporciones correctas, una alimentación variada y suficiente en energía, garantizará el aporte necesario de micronutrientes. Tomar altas dosis en forma de suplementos (si estos no están justificados por algún déficit en concreto) no supondrá ningún beneficio para el deportista y puede comportar un exceso crónico de micronutrientes.