1.-¿Cuales son las causas de que el cine mexicano se haya profesionalizado?¿Que le falta al cine peruano para que lo alcance?
2.-¿Cual es el impacto del incentivo fiscal para el despegue del cine latinoamericano?
3.-¿Cuales son las razones de que Uruguay,Chile y Perú estén en los ultimo lugares de facturación de taquilla?
4.-¿Cuales son las razones de que Brasil este en el segundo lugar en facturación de taquilla?
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En Ciudad de México salen del cine los últimos espectadores que han experimentado el asalto a los sentidos que es "Gravity". Con las gafas de 3D aún en la mano, parpadeando y desorientados por la luz, manifiestan su agrado con murmullos de aprobación.
También se nota cierto orgullo, porque esta extraordinaria pieza cinematográfica que suena como candidata a un Oscar de Hollywood es del director mexicano Alfonso Cuarón. La película suscitó incluso comparaciones con el legendario director estadounidense Stanley Kubrick.
"Está a la altura de las (cintas) de la edad de oro del cine mexicano", comenta María Esther Domínguez, una de las espectadoras. Se refiere a las gloriosas décadas del 30, 40 y 50, cuando los filmes mexicanos estaban considerados entre los mejores del mundo.
El cine peruano ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años. Si en 2012 se lograron estrenar apenas ocho cintas nacionales, en 2016 las cifras fueron más generosas: 24 producciones peruanas llegaron a las salas comerciales. Sin embargo, todavía hay mucho camino por recorrer si lo comparamos con lo que ocurre en otros países de la región.
Por ejemplo, en México se estrenaron 78 películas nacionales en el año que pasó. En Brasil fueron 140 producciones locales que llegaron a ver la luz en 2016. Lo de Argentina es resaltante: 173 cintas se estrenaron en las salas comerciales de ese país en el mismo año. Estas cifras no son fruto de la casualidad, se deben en su mayoría al apoyo del Estado y el sector privado.
Pocos recursos. Mientras que el Estado peruano destina al sector cinematográfico aproximadamente S/ 7,2 millones, Brasil cuenta con el Fondo Sectorial Audiovisual (FSA), cuyos recursos en el último año fueron de 224 millones de dólares. Y no se trata de dinero público, sino de un fondo de inversión de donde los directores toman el dinero y después tienen que devolverlo, según detalla el diario El País.
El cine peruano ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años. Si en 2012 se lograron estrenar apenas ocho cintas nacionales, en 2016 las cifras fueron más generosas: 24 producciones peruanas llegaron a las salas comerciales. Sin embargo, todavía hay mucho camino por recorrer si lo comparamos con lo que ocurre en otros países de la región.
Por ejemplo, en México se estrenaron 78 películas nacionales en el año que pasó. En Brasil fueron 140 producciones locales que llegaron a ver la luz en 2016. Lo de Argentina es resaltante: 173 cintas se estrenaron en las salas comerciales de ese país en el mismo año. Estas cifras no son fruto de la casualidad, se deben en su mayoría al apoyo del Estado y el sector privado.
Pocos recursos. Mientras que el Estado peruano destina al sector cinematográfico aproximadamente S/ 7,2 millones, Brasil cuenta con el Fondo Sectorial Audiovisual (FSA), cuyos recursos en el último año fueron de 224 millones de dólares. Y no se trata de dinero público, sino de un fondo de inversión de donde los directores toman el dinero y después tienen que devolverlo, según detalla el diario El País.
También se nota cierto orgullo, porque esta extraordinaria pieza cinematográfica que suena como candidata a un Oscar de Hollywood es del director mexicano Alfonso Cuarón. La película suscitó incluso comparaciones con el legendario director estadounidense Stanley Kubrick.
"Está a la altura de las (cintas) de la edad de oro del cine mexicano", comenta María Esther Domínguez, una de las espectadoras. Se refiere a las gloriosas décadas del 30, 40 y 50, cuando los filmes mexicanos estaban considerados entre los mejores del mundo.
El cine peruano ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años. Si en 2012 se lograron estrenar apenas ocho cintas nacionales, en 2016 las cifras fueron más generosas: 24 producciones peruanas llegaron a las salas comerciales. Sin embargo, todavía hay mucho camino por recorrer si lo comparamos con lo que ocurre en otros países de la región.
Por ejemplo, en México se estrenaron 78 películas nacionales en el año que pasó. En Brasil fueron 140 producciones locales que llegaron a ver la luz en 2016. Lo de Argentina es resaltante: 173 cintas se estrenaron en las salas comerciales de ese país en el mismo año. Estas cifras no son fruto de la casualidad, se deben en su mayoría al apoyo del Estado y el sector privado.
Pocos recursos. Mientras que el Estado peruano destina al sector cinematográfico aproximadamente S/ 7,2 millones, Brasil cuenta con el Fondo Sectorial Audiovisual (FSA), cuyos recursos en el último año fueron de 224 millones de dólares. Y no se trata de dinero público, sino de un fondo de inversión de donde los directores toman el dinero y después tienen que devolverlo, según detalla el diario El País.
El cine peruano ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años. Si en 2012 se lograron estrenar apenas ocho cintas nacionales, en 2016 las cifras fueron más generosas: 24 producciones peruanas llegaron a las salas comerciales. Sin embargo, todavía hay mucho camino por recorrer si lo comparamos con lo que ocurre en otros países de la región.
Por ejemplo, en México se estrenaron 78 películas nacionales en el año que pasó. En Brasil fueron 140 producciones locales que llegaron a ver la luz en 2016. Lo de Argentina es resaltante: 173 cintas se estrenaron en las salas comerciales de ese país en el mismo año. Estas cifras no son fruto de la casualidad, se deben en su mayoría al apoyo del Estado y el sector privado.
Pocos recursos. Mientras que el Estado peruano destina al sector cinematográfico aproximadamente S/ 7,2 millones, Brasil cuenta con el Fondo Sectorial Audiovisual (FSA), cuyos recursos en el último año fueron de 224 millones de dólares. Y no se trata de dinero público, sino de un fondo de inversión de donde los directores toman el dinero y después tienen que devolverlo, según detalla el diario El País.
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