Religión, pregunta formulada por jeffercruzquintos, hace 10 meses

1. ¿Crees que el estado está respetando el territorio de los pueblos originarios? 2. Actualmente vemos en la ciudad a muchos hermanos de la zona rural y de los pueblos originarios ¿Qué estará pasando? 3. ¿Es importante el dialogo en la sociedad? ¿Por qué? 4. ¿Qué acciones concretas propones para respetar los derechos de los pueblos originarios en la amazonia?

Respuestas a la pregunta

Contestado por prowftyte
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Respuesta:

Dame una coronita,pliss☺

Explicación:

De la mano y como directa consecuencia de lo que algunos han llamado la “emergencia

indígena”, desde fines de la década de 1980 y en particular en los años noventa, las cuestiones del

interés de los pueblos indígenas y de las poblaciones afrodescendientes han ingresado plenamente

en las agendas políticas de los Estados de la región, y han sido y están siendo objeto de políticas

públicas específicas.

Desde aquellos años, en casi la totalidad de los países de la región se han aprobado y

puesto en vigencia instrumentos legales de distinta jerarquía que, junto con establecer diversas

formas de reconocimiento de las poblaciones indígenas y afrodescendientes y de los derechos que

les serían consustanciales, también han ido dando lugar, en varios países, a cambios en el ámbito

de la institucionalidad del Estado. Esto último se ha ido expresando en la creación de agencias

estatales especializadas a las que se ha entregado la gestión, coordinación y ejecución de las

políticas dirigidas a las poblaciones indígenas y afrodescendientes, y en la definición y puesta en

plaza de políticas de diverso alcance y contenido, que les han estado especial y específicamente

consagradas. Más recientemente empiezan también a explorarse modalidades y procedimientos

que permitan una mayor pertinencia cultural de las políticas y programas estatales de acceso

universal.

Es una realidad innegable que los indígenas, que continúan reclamando ser reconocidos

como pueblos, junto a las poblaciones afrodescendientes, han ido ganando espacio frente a los

Estados y constituyéndose en actores protagónicos y sujetos, que no tan sólo objetos, de las

políticas que les están dirigidas, ocupando incluso, en varios de los países de la región, cargos

directivos del más alto nivel en la institucionalidad del Estado, tanto a nivel de los gobiernos

centrales, como en otros niveles jurisdiccionales de la administración. La aun incipiente apertura

de estos espacios de participación que, como se ha dicho, ha resultado como consecuencia de las

largas luchas indígenas y afrodescendientes, lejos de augurar la resolución de los problemas que

afectan a estas poblaciones que exhiben condiciones de vida por debajo de los promedios

nacionales, ha permitido la visibilización de las problemáticas que les afectan, así como procesos

de diálogo político a los que los pueblos indígenas y las poblaciones afrodescendientes y sus

organizaciones concurren con sus propias visiones, prioridades, demandas y propuestas.

El desafío de combatir las inequidades sociales y económicas, en especial después de la

década de los ochenta y las políticas de ajuste llevadas a cabo en los países de la región, ha  

CEPAL – Documento de proyecto Pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina y el Caribe

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llevado a colocar mayor énfasis en la focalización de acciones, gestiones e inversiones en los

grupos considerados más vulnerables –dentro de los cuales se incluyó a los pueblos indígenas y

afrodescendientes, a la par de los pobres en general, de las mujeres, los niños y los

discapacitados– y en el despliegue de iniciativas orientadas a identificar los principales problemas

y a establecer metas para su superación. Estas políticas de focalización del gasto y la intervención

del Estado en los sectores sociales más vulnerables, crearon la necesidad de diseñar sistemas cada

vez más eficientes para el levantamiento, acopio y procesamiento de información relativa a estos

pueblos.

Por otra parte, la creciente presión de los pueblos indígenas y de las poblaciones

afrodescendientes por ser reconocidos y gozar de espacios de participación en la gestión de los

asuntos que les conciernen y comprometen su calidad de vida, patrimonio territorial y cultural,

también han ido permitiendo que a nivel del Estado se haya iniciado un proceso de desarrollo de

indicadores política y culturalmente pertinentes; aunque en una etapa muy incipiente.

La irrupción de los pueblos indígenas y de las poblaciones afrodescendientes en el

espacio de lo público, como realidades culturales, políticas e históricas en nada comparables ni

asimilables a otros grupos vulnerables, ha estado crecientemente acompañada de una demanda

porque el Estado defina e implemente políticas específicas hacia estas poblaciones, y dote de

mayor pertinencia a aquellas otras políticas y prácticas estatales que afectan al conjunto de las

poblaciones de los países.

A la par, y como consecuencia de ello, se ha puesto de relieve la necesidad de contar con

información actualizada sobre los pueblos indígenas y las poblaciones afrodescendientes, que

permita la definición de políticas cada vez más pertinentes, con participación de los pueblos

concernidos, posibilite un efectivo seguimiento y evaluación de la ejecución de estas políticas.

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