1.-¿CÓMO CAMBIÓ LA RUTINA DE TU FAMILIA CON EL INICIO DE LA PANDEMIA Y QUÉ FUE LO QUE HICIERON PARA PREVENIR UN CONTAGIO?
2.-¿QUE ES, POR QUÉ ES IMPORTANTE Y CÓMO DEBEMOS CUIDAR EL MICROBIOTA?
3.-¿DE QUÉ MANERA NUESTRO MANEJO DE RESIDUOS AFECTA AL AMBIENTE Y QUÉ PODEMOS HACER PARA MEJORARLO?
//ayúdenme porfavor es de Cta semana 37 de la radio porfavor//
Respuestas a la pregunta
1. El confinamiento a raíz del Covid-19 ha puesto a las familias en una situación excepcional, la de pasar las veinticuatro horas juntos, en casa. Una situación agobiante pero, también, una oportunidad de pasar un difícil examen familiar en el que no hace falta sacar un sobresaliente: con un aprobado, basta.
Dos semanas en casa, con los hijos. Ejerciendo de padres y madres las veinticuatro horas del día. Sin apenas poder salir y con la incertidumbre sobrevolando nuestras vidas. La perspectiva, no nos vamos a engañar, es dura. Para empezar, porque la situación obliga a cambiar, drásticamente, de ritmo. Y eso cuesta en una sociedad adicta a una hiperactividad a la que los pequeños no son ajenos.
La microbiota intestinal, antes conocida como flora intestinal, es el conjunto de microorganismos que viven en mutualismo con nuestro organismo, es decir, ambos se benefician de la relación que existe entre ellos. La microbiota lleva a cabo diversas funciones a nivel fisiológico, metabólico e inmunológico. Su composición varia a lo largo del tracto digestivo, siendo más homogénea y de menor cantidad al principio y aumentando la cantidad y diversidad a nivel del colon. Cada persona tiene una composición diferente y esta depende de factores como la dieta, la edad, lactancia materna, el uso de antibióticos, las enzimas digestivas, la acidez gástrica, etc. La microbiota intestinal juega un papel importante en las funciones básicas de nuestro organismo. Estas bacterias contribuyen en nuestro metabolismo, controlan la inflamación, producen vitaminas, ayudan a obtener los nutrientes de lo que ingerimos, protegen nuestro cuerpo contra virus, bacterias e infecciones…. Por lo que es importante cuidar de ellas pero… ¿cómo podemos cuidar de nuestra microbiota intestinal?
Se ha visto en muchas enfermedades que existe un desequilibrio en la microbiota intestinal, como lo es en la diabetes mellitus tipo 1 y 2, la obesidad, el lupus eritematoso sistémico, en el síndrome de colon irritable, en el asma, autismo, cáncer de colon etc. También una microbiota en desequilibrio, comporta que pueda aparecer estreñimiento, dolor abdominal, gases y flatulencias, hinchazón abdominal, a la vez que puede debilitarse nuestro sistema inmunológico. ¿Qué hacemos entonces?
Sigue una dieta equilibrada, rica en vegetales y frutas frescas, mejor sin son de temporada.
Consume alimentos ricos en fibra (legumbres, vegetales, cereales integrales, frutas) ya que son ricas en prebióticos, los ingredientes no digeribles de la dieta que al ser fermentados por la microbiota intestinal favorecen al crecimiento de bacterias que nos aportan beneficios a la salud.
Consume alimentos probióticos como el yogur, kéfir, chucrut, kombucha, kimchi, tempeh, etc. Los probióticos Son unos microorganismos vivos que, al ser administrados adecuadamente, confieren beneficios para nuestra salud.
Bebe cada día entre 1,5 a 2 litros de agua. Esto va a depender de tu actividad física y requerimientos.
Evita tomar un exceso de proteínas de origen animal.
Seguir un estilo de vida saludable ayuda no solo a disfrutar de una buena salud, sino a cuidar de nuestro sistema digestivo. Ser más conscientes de lo que comemos nos ayudará a sentirnos mejor y a tener más energía.
3. partir de actividades cotidianas como transportarnos, asearnos, viajar, cocinar o comprar productos, y los impactos de éstas en el ambiente, es importante reflexionar en nuestros hábitos de consumo y actitudes hacia el cuidado y protección del ambiente.
En nuestra casa, trabajo, comunidad o escuela podemos iniciar actividades concretas para mejorar el entorno. Para lograrlo necesitamos observar nuestro alrededor e identificar alternativas menos dañinas al ambiente, cambiar conductas y tomar decisiones basadas en el mejoramiento de la calidad de vida.
Te invitamos a utilizar y enriquecer este material con tu creatividad y experiencia para fomentar una cultura ambiental en todo el país.
En la calle

No tires basura en las calles.
Evita quemar basura, hojas y otros objetos, así como hacer fogatas en bosques o en plena ciudad.
Riega las plantas durante la noche o muy temprano, cuando el Sol tarda más en evaporar el agua. Reutiliza el agua que juntaste de la regadera y de lavar las verduras para regar las plantas o el jardín.
En la escuela

educe la cantidad de residuos que generas, para tus bebidas en la escuela o el trabajo utiliza contenedores que se puedan usar muchas veces. Emplea productos en envases rellenables.
Reutiliza al máximo todos los artículos o productos antes de deshacerte de ellos. Por ejemplo, usa las hojas de papel por ambos lados; transforma las latas en lapiceros, joyeros o macetas. ¡Dale vuelo a tu imaginación! Desecha sólo lo que ya no se pueda volver a usar.
En el recreo procura comer frutas y verduras