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Colombia tiene una población de más
de 48 millones de habitantes. De acuer-
do con la gráfica, la población indígena
en el país es de alrededor de 1,6 mi-
llones de personas, lo cual representa
un 3,4 % de la población nacional. De
acuerdo con esta información, ¿por
qué las recomendaciones de la CEPAL
en materia de políticas públicas son im-
portantes en el contexto colombiano?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El aislamiento de territorios y poblaciones en Colombia los ha dejado excluidos de los caminos del progreso, ante un afianzado sesgo urbano del desarrollo. A esto han contribuido una geografía compleja, la debilidad del Estado, agravada por el conflicto armado, las débiles capacidades institucionales para gestionar el desarrollo local y la fragmentación sectorial y funcional de las políticas.
Por estas razones, la Oficina de la CEPAL en Bogotá implementa desde 2018 el proyecto “Vínculos rurales urbanos y tejidos territoriales para el desarrollo inclusivo de Colombia”, que forma parte de la Cuenta del Desarrollo de Naciones Unidas[1], con el propósito de fortalecer las políticas de desarrollo regional y territorial, mediante el análisis de las interacciones que se dan entre lo urbano y lo rural, identificando relaciones bidireccionales que transformen los vínculos débiles y asimétricos, e impulsen beneficios mutuos para los habitantes de las ciudades y del campo.
El impulso a los tejidos territoriales pretende fortalecer los flujos, las interacciones, los intercambios, las interdependencias, las conexiones, la redes, los entrelazos, en fin, los diversos tipos de tejidos y los diferentes propósitos de las comunidades y los demás actores del territorio.
El 30 de mayo de 2019 se consultó a un grupo de expertos sobre el concepto de tejido rural urbano y la pertinencia de fortalecerlo a través de políticas públicas que promuevan la inclusión y el cierre de brechas entre territorios.
Los participantes resaltaron la oportunidad que ofrece este proyecto de profundizar sobre las políticas públicas para dar respuesta a la gran heterogeneidad de territorios, algunos de ellos donde la violencia también ha tejido relaciones.
Se destacó la tensión entre el orden local y el orden nacional en el análisis de las dinámicas sociales y la necesidad de fomentar un mejor entendimiento de las estrategias de las comunidades para mejorar su bienestar.
Se insistió en la necesidad de nuevas narrativas en los territorios, como las del turismo, las fiestas tradicionales y los ecosistemas, que tejen historias, culturas, economía y desarrollo.
Se analizó también la importancia de la Agenda 2030, y la necesidad de promover y evaluar los logros a escalas territoriales y lograr un desarrollo inclusivo como su real objetivo a largo plazo.
Los asistentes llamaron la atención sobre la urgencia de entender las razones por la cuales unas regiones logran utilizar nuevos instrumentos diseñados para el desarrollo territorial y otras no, y sobre la importancia de rescatar la eficiencia colectiva por la interacción de territorios, además de la eficiencia individual. También se reiteró la necesaria coordinación y articulación de las políticas.
Finalmente se respaldó el propósito de este proyecto de generar espacios donde dialoguen los actores, identifiquen y alcancen consensos sobre estrategias efectivas para promover el desarrollo territorial.